Republicado. Originalmente publicado 8 de julio de 2022 @ 11:32

Ya sea en tiempos de supervivencia o en tiempos tranquilos, siempre es bueno ahorrar, con el fin de tener algo más de recursos. En tiempos de crisis económicas, personales, nacionales o mundiales, esto se vuelve aún más importante.

Revisaremos varias recomendaciones sobre como ahorrar en la alimentación personal o familiar, con el fin de contar siempre con alimentos que logren una adecuada nutrición.

Antes de comprar

Define un presupuesto mensual para alimentos y evita salirte de él.

Crea un menú semanal. Esto te ayudará a planear mejor las compras de alimentos.

Cuando vayas al supermercado, lleva una lista de compras y evita comprar otros productos, incluyendo aquellos en promoción.

Evita ir a comprar con hambre. Terminarás con más productos de los que necesitabas.

Considera hacer la compra vía online. Ahorrarás tiempo y dinero, y evitarás las tentaciones de comprar productos fuera del listado.

Compara precios. Puedes hacerlo online en los sitios de los distintos supermercados.

Evita comprar alimentos congelados o fuera de temporada. Son más caros que los productos frescos de temporada.

Compra a granel, pero almacena en pequeñas cantidades. Los alimentos a granel salen más baratos, pero para evitar que se dañe simultáneamente, divide los alimentos en pequeñas porciones. Si se humedece o le entra una plaga, tienes más posibilidades de salvar algo.

A menos que estés aumentando tu despensa de emergencia, cuentes con el espacio necesario y sepas como evitar que los alimentos se venzan, evita comprar en exceso.

Compra especias en cantidades pequeñas. A menos que uses muchos condimentos, los envases grandes tienden perder el sabor con el tiempo.

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Si compras en mercados o pequeños negocios, cultiva una relación tus proveedores. Te darán mejores productos, te avisarán de posibles descuentos y podrás pedirles algunos productos que no se venden usualmente, como huesos o cabezas de pescado, para hacer caldos.

Compra en los mercados y ferias locales. Esos productores gastan menos en transporte, y sus productos serán más frescos.

Las proteínas de origen animal son más caras. No estamos diciendo que te vuelvas vegetariano, pero consumir menos carne reducirá tus costos en alimentos.

Mantén el refrigerador y congelador en buen estado, para evitar mayor gasto y que los alimentos mantengas su frescura.

Compra cortes de carnes o pollo más baratos, y más sabrosos. Lo mismo con pescados más baratos.

Comprueba las fechas de vencimiento de los alimentos, pero que un producto ya haya pasado dicha fecha no significa que no sea seguro comer. Recuerda rotar los alimentos de la despensa, con los más nuevos atrás y los más viejos delante.

Evita comprar verduras y hortalizas cortadas o en bolsas. Con eso también disminuirás el desperdicio de envases y bolsas plásticas.

Al cocinar

Si quieres ahorrar en combustible para la cocción, agrega a tu dieta alimentos que se coman crudos.

Sé tu propio carnicero. Por ejemplo, el pollo deshuesado cuesta más que el pollo entero. Aprende a cortar la carne por ti mismo, y aprovecha además los huesos y menudencias para preparar otras recetas.

Alarga la vida de las hierbas frescas, envolviéndolas en una toalla de papel húmeda y sellándolas en una bolsa plástica. Prolongarás su vida útil entre 3 y 5 días.

Las ollas a presión aceleran la cocción de los alimentos, ahorrando tiempo y dinero en combustible. Además, retienen más los nutrientes de los alimentos.

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Consume toda la comida. Evita el desperdicio alimentario. Cuando compres un ingrediente para una receta, planea hacer algunas otras con el mismo ingrediente para evitar botar lo que sobra

Algunos alimentos pueden congelarse. Puedes comprar ajo, jengibre y limones en la temporada y congelarlos. El ajo puedes mezclarlo con un poco de aceite de oliva y congelarlo en cubitos. Mezcla el jengibre picado con agua antes de congelarlo. Congela los limones enteros y ralla la cáscara congelada para usarla en los platos.

El pan añejo puedes revivirlo, poniéndolo bajo el agua hasta que la masa esté húmeda. Luego mete el pan en el horno a 150ºC durante 6 a 12 minutos. Eso revivirá el pan uno o dos días más.

Para rehidratar el repollo, la lechuga, la acelga y otras verduras, remójalas en agua tibia durante media hora, luego enjuágalas con agua fría.

Cuando tengas pocos alimentos, evita ir al supermercado por unos pocos productos. Ponte creativo y prepara los alimentos que ya tienes en casa. Aprovecha de revisar fechas de vencimiento de los productos y consume aquellos que están cerca.

Cocina más en casa, y evita los alimentos o platos preparados o muy procesados. Es más barato cocinar una pizza que comprarla hecha.

No tires verduras o frutas feas y dañadas. Prepara caldos, cremas, sopas y batidos. El caldo puedes congelarlo y tener siempre a mano, listo para otra preparación.

Después de cocinar

Cuando cocines, hazlo en cantidades mayores y congela el resto. Esto te ahorrará tiempo de preparación, combustible. Y tendrás comida lista para otra ocasión.

Sirve cantidades pequeñas de comida. Eso permitirá que quienes queden con hambre puedan repetirse.

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Los residuos que no puedas reutilizar, conviértelos en compost. Eso generará un excelente abono para el huerto.

Por Morpheuz

Lo importante es saber un poco de todo. Y ser especialista en algo determinado. Después, basta aprender a colaborar con la comunidad.

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