Republicado. Originalmente publicado 28 de junio de 2022 @ 11:16
La alimentación humana se compone esencialmente de varios tipos de granos y de algunos tubérculos, como la papa. Para una situación de emergencia, nuestra despensa deberá contar con un aprovisionamiento de estos granos adecuadamente guardados. Sin embargo, las papas no son tan fáciles de almacenar en un envase sellado, y tienen el problema de germinar espontáneamente. Contar con este preciado alimento será por lo tanto, complicado.
Por supuesto que plantar y cosechar nuestras propias papas será lo mejor en una situación de supervivencia a largo plazo. Pero esta cosecha será una vez al año, y el resto del año deberemos comer lo que hayamos podido almacenar. Es importante por lo tanto plantar y cosechar los kilos necesarios para el consumo anual. Aquí puedes descargar un archivo con ese y otros cálculos útiles en preparacionismo.
Almacenamiento
Las papas brotan por el calor y si están expuestas a la luz. Lo ideal es guardarlas en un lugar fresco (entre 7 y 10ºC) y oscuro, sin humedad. Por ejemplo, un sótano. Evita mantenerlas dentro del refrigerador. Congeladas a menos de 6ºC, favorece la formación de acrilamida, un compuesto potencialmente cancerígeno.
Antes de guardarlas, debes seleccionar para almacenar sólo aquellas que se encuentren en buenas condiciones, sin lesiones en la piel ni marcas. Las puedes envolver en papel periódico por un par de semanas, para que se seque y endurezca la piel. Evita lavarlas, ya que se almacenan mejor si están sucias y secas. Una vez curadas (con la piel endurecida), puedes almacenarlas en un contenedor ventilado, como caja de cartón o canasta. Evita las cajas plásticas porque retienen la humedad.
Mantenlas siempre en la oscuridad. Cada dos o tres semanas, inspecciona las papas, para retirar y utilizar aquellas que estén brotando o ablandando. Si no se controla, las papas dañadas pueden podrir todas las otras.
Mantén las papas lejos de manzanas y otras frutas frescas, porque el gas etileno que despiden puede hacer brotar o dañar las papas. Tampoco las mezcles con cebollas, porque también liberan un compuesto que daña a las papas.
Corta los brotes apenas aparezcan.
Otra opción es cortarlas, blanquearlas y congelarlas. Durán más que guardadas en un sitio fresco y oscuro. Para esto, pela las papas y picalas en trozos de tamaño similar. Déjalas sumergidas en agua fría para que no se oxiden durante este proceso. Una vez que tengas todas las papas listas, hierve una olla con agua e introdúcelas durante 3 a 5 minutos. Pasado ese tiempo, retíralas del agua hirviendo y sumérgelas en agua helada para detener el proceso de cocción que las pone blandas. Una vez frías, seca las papas y colócalas en bolsas para congelar, idealmente con sellador al vacío. Mete las bolsas al congelador, donde pueden duras más de 1 año.
Eliminar o no eliminar
Pero, ¿qué hacemos con las papas que ya tienen brotes?
La luz y el calor desencadenan la producción de solanina y chaconina, dos alcaloides tóxicos que protegen a la papa de las plagas, pero que pueden causar intoxicación en los humanos. Esto puede evidenciarse cuando la papa está verde o tiene brotes, y usualmente tiene un sabor amargo. La solanina también esta presente en las berenjenas y en los tomates (que son parientes cercanos de la papa).
Si sólo presenta brotes, puedes eliminarlos con un cuchillo y cocinarla, aunque tendrá menos nutrientes. La solanina se encuentra en las zonas verdes de la piel de la papa, y puede eliminarse con un cuchillo si es poco. Si todo el tubérculo esta comprometido completamente, es mejor eliminarlo ya que la cocción no destruye el tóxico.
Alternativas
Si no quieres desperdiciar la papa, tienes algunas opciones:
- Eliminar los brotes y la piel verde, hervir las papas restantes y dárselas a unas gallinas como alimento
- Usarlas en el compost
- Siembra la papa en el huerto para tener nuevas papas
Intoxicación
No es una situación grave, ya que deberías consumir muchas papas verdes para que sea fatal. Los síntomas son náuseas, diarrea, vómitos, dolor abdominal, ardor de garganta, mareos, presión arterial baja, fiebre y dolores de cabeza. Nada grave, pero algo que no quieres sufrir si estás en una situación de emergencia o supervivencia.
Última actualización: agosto 16, 2024 por Morpheuz
