Republicado. Originalmente publicado 10 de octubre de 2022 @ 11:28

Hablaremos ahora del cultivo de una variedad de plantas bastante conocidas y de las cuales existen muchas especies y variedades, desde algunas dulces (frutas) y otras que permiten preparar platos salados, mermeladas, conservas, y hasta esponjas o adornos. Hablamos de los zapallos, sandías, melones, calabazas, zucchini o zapallo italiano, pepinos y la luffa. Veremos algunos detalles de cada uno.

Las Cucurbitáceas

Son plantas que en su mayoría provienen de zonas cálidas, o sin inviernos fríos. Son plantas anuales, y algunas pueden pasar los meses de invierno bajo tierra en forma de bulbos, rizomas o tubérculos. En general, son frutos de cáscara dura y no comestible, excepto el pepino y el zucchini (que en realidad es un fruto sin madurar, antes que se ponga dura la cáscara).

En cuanto a la planta, son de gran tamaño y requieren un terreno amplio. Casi todas son rastreras, pero algunas tienen zarcillos que les permite crecer como enredadera, por ejemplo el Pepino.

Usualmente, se siembran en semillero, para luego trasplantar a su ubicación definitiva. Esto permite plantarlos a mediados del invierno y trasplantarlos en primavera, ya pasadas las heladas y el frío. El melón y la sandía se plantan a inicio de la primavera, para cosecharse a mediados y fines de verano. La distancia de siembra o plantado debe ser al menos de 1 mt entre plantas.

En cuanto al suelo, no son muy exigentes, pero requieren un buen drenaje y riegos regulares, con el fin de evitar la aparición de hongos.

Dado que comparten nutrientes, enfermedades y sistemas de raíces, se aconseja no combinar las diferentes especies de cucurbitáceas en el mismo campo o cercanías.

Enfermedades

En la época de crecimiento inicial, pueden verse atacados por caracoles y babosas.

El exceso de riego o el encharcamiento puede llevar a enfermedades como la Ceniza u Oídio, un polvo blanco que aparece en las hojas y que lleva a que se sequen.

También puede aparecer Mildiu, un hongo que se desarrolla cuando hay excesiva humedad, aireación deficiente y temperaturas entre 10 y 20 °C.

También suelen verse afectados por pulgones, mosca blanca, araña roja, ácaros, orugas.

Especies

Zapallo o Calabaza

Requiere de clima cálido, con 4 a 5 meses sin heladas. Prefiere suelos sueltos y bien drenados, con abundante materia orgánica. Es bastante tolerante a la sequía, ya que su sistema de raíces puede llegar hasta 1,5 mt de profundidad.

Se puede plantar directamente, de a dos semillas por agujero, a una profundidad de 2-3 cm. Las plantas ocupan bastante espacio, por lo que se deben distanciar entre 1 a 3 mts entre hileras y 1 a 2 mts entre plantas. Puedes agregar algo de humus junto con las semillas. Durante el crecimiento es bueno aportar algo de potasio.

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La flor del zapallo puede ser macho o hembra. Las hembras tienen un pequeño fruto en la base de la flor, mientras que las macho no lo tienen y solo sirven para polinizar. Son comestibles.

Para su crecimiento, requiere de mucho sol. Evita la tentación de sembrarlo debajo de árboles o donde le llegue sombra. El riego debe ser al suelo, evitando mojar los frutos y las hojas, para evitar la aparición de enfermedades. Para evitar que el fruto toque el suelo y se pudra, puedes colocar madera, una piedra o cartón debajo de él.

La cosecha es a los 3 a 5 meses de siembra, y según la variedad, puede cosecharse antes de la plena madurez. Se cosecha dejando un trozo de tallo para una conservación más adecuada.

Sandía

Requiere altas temperaturas para su cultivo, entre 21 ºC y 35 ºC para la germinación, y sobre 21 ºC para el desarrollo adecuado. Si no logramos un calor adecuado, se puede acolchar con corteza o plástico, o bien cultivar en invernadero.

El terreno debe tener buen drenaje, sin pendiente ni malas hierbas. Es muy sensible a ellas, así que o se retiran manualmente o se cubre el suelo con acolchado plástico que evita su crecimiento. Tolera pH de 5 a 6,8.

En cuanto al abono, basta con abonos orgánicos y naturales como el compost o estiércol un mes antes del plantado.

Como otras cucurbitáceas, puede sembrarse en semillero y después trasplantar, o directamente en la tierra. Hay que tener en cuenta que la sandía tiene una baja tasa de germinación, por lo que se deben colocar al menos 3 semillas por agujero.

El riego debe evitar el encharcamiento. Sus mayores necesidades son entre la floración y cuando termina el crecimiento de los frutos. Luego de eso, el riego debe ser constante y moderado, para evitar el rajado de los frutos. Algunos sugieren ir disminuyendo el riego para aumentar el contenido de azúcar.

La recolección es a los 80 a 100 días desde la plantación, cuando el fruto suena ahuecado, aparece color amarillo en la parte inferior del fruto o la piel se desprende fácil con la uña.

Melón

El melón requiere climas cálidos y no muy húmedos. El suelo debe ser rico en materia orgánica, profundos y mullidos, con buen drenaje y aireación. pH entre 6 y 7.

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Puede sembrarse directamente, o empezar unas semanas antes en semillero.

Igual que la sandía, requiere acolchado del suelo.

En cuanto a enfermedades, son las mismas que las otras cucurbitáceas.

Para que dure más luego de cosechado (hasta 21 días), a diferencia de la Sandía, requiere mantenerlo a una temperatura baja (2 a 5 °C).

Zapallo Italiano

Su cultivo es muy similar al del zapallo o calabaza. Se diferencia en que requiere bastante más riego, ya que es sensible a los períodos de sequía. Como todas las cucurbitáceas, requiere de mucho sol.

Se puede sembrar en semillero a fines del invierno y trasplantar en primavera cuando hay menos frío, o directamente en la tierra en primavera.

Otro detalle es que su consumo es como frutos inmaduros, por lo que se cosecha bastante antes que el zapallo, cuando tienen entre 15 y 20 cm de largo. Su rápido crecimiento en estas etapas hace que su tamaño cambie prácticamente en un par de días, por lo que se debe estar atento para cosecharlos en el momento adecuado. Cada planta puede dar varios frutos durante la temporada, a veces demasiados. Si no tienes como deshacerte de algunos, sugerimos no caer en la tentación de sembrar muchas plantas de zapallitos italianos.

Pepinos

Es una de las cucurbitáceas que tiene más comportamiento de enredadera, por lo que se puede guiar para que sus frutos queden colgando. Este entutorado es vital para que la planta reciba una buena cantidad de sol y aireación, y disminuyan las enfermedades.

Debe elegirse una variedad según el destino que se le dará al fruto: hay frutos pequeños, que se cosechan precozmente, con el fin de hacer encurtidos (pepinillos, pickles), otros medianos y otros largos, con el fin de consumirse como ensalada.

Sus requerimientos de temperatura son menores que el melón, pero mayores que el zapallo italiano. También es menos requirente de luz solar. Sin embargo, es más sensible al viento, que detiene su crecimiento.

El suelo debe tener un pH entre 5.5 y 7.

Requiere bastante humedad, pero de preferencia nocturna, ya que el riego matinal o durante el día, disminuye la producción de frutos. Tampoco debe sobrepasar el 90% de humedad, puesto que predispone a la aparición de enfermedades.

Debe realizarse eliminación de brotes laterales, dejando un solo tallo. También debe reducirse el número de frutos iniciales (aclareo), para que la planta tenga un sistema de raíces fuertes antes de entrar en producción. También deben eliminarse los frutos torcidos, malformados o aquellos que aparecen agrupados. Se debe dejar solo un fruto por axila, para que crezca de fuerte y recto.

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Luego de cosechar, los pepinos son sensibles al daño por frío a temperaturas inferiores a 10 °C si se les mantiene en estas condiciones por más de 3 días. El consumo debe ser rápido en fresco. Las variedades para encurtir deben procesarse antes de ese tiempo, para que mantengan su calidad.

Luffa

Esta cucurbitácea se cultiva no por su calidad alimenticia, sino que para la producción de esponjas vegetales.

Similar al pepino, es una planta trepadora, por lo que como aquel, se sugiere entutorar y hacer crecer hacia arriba, para aprovechar el espacio. Tienes la característica que forma una estructura filamentosa en su interior cuando crece más de 4-5 cm. de diámetro.

Las semillas deben humedecerse antes de sembrarlas, en primavera. Germina antes de las 8 semanas, y se cosecha en otoño.

El suelo debe mantenerse húmedo, pero no encharcado.

El fruto se cosecha maduro. Para obtener las esponjas, requieren un tratamiento posterior. Debes dejarlos secar por dos meses. Cuando están de color café y las semillas suenas adentro al moverlas, es momento de pelarlos y cortarles las puntas. Las semillas puedes guardarlas para un nuevo cultivo. Posteriormente, se deben lavar bien las fibras. Para eliminar toda la materia orgánica, puedes usar un poco de cloro en agua caliente.

Debes dejar secar en un sitio ventilado por 7 días. Evitar hacerlo directo al sol. Con eso ya tendrás tus esponjas de Luffa, para usar en el baño, en la cocina y por qué no, para hacer trueque.

¿Qué otro cultivo crees que es importante en un huerto de supervivencia urbano?

Última actualización: octubre 24, 2024 por Morpheuz

Por Morpheuz

Lo importante es saber un poco de todo. Y ser especialista en algo determinado. Después, basta aprender a colaborar con la comunidad.

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