Republicado. Originalmente publicado 23 de julio de 2021 @ 10:07
Hemos mencionado en otros posteos, que contar con agua en condiciones de emergencia y supervivencia puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una vida más tranquila versus una vida precaria y difícil. Frente a esto, una de las ventajas de vivir en la costa, es que se tiene una gran cantidad de agua a mano y gratis…pero inconvenientemente salada.
Si cuentas con luz solar y calor, podemos fabricar un destilador solar como el del diagrama. Una caja bien aislada idealmente pintada de negro por fuera, con un vidrio como tapa superior, en diagonal. Si es invierno y no cuentas con suficiente luz solar, puedes hacer funcionar el sistema aplicando alguna fuente de calor externa.
Por un lado, aportamos agua de mar, que se calienta dentro del sistema y se evapora. El vapor choca contra la tapa de vidrio diagonal, condensando en agua destilada, la cual escurre hasta una canaleta que recolecta el agua y la extrae. El sistema puede ser automatizado, con una bomba de entrada de agua, o podemos agregar el agua manualmente. Si escalamos a un mayor tamaño o a varios sistemas similares simultáneos, podremos contar con un aporte de agua destilada permanente (al menos mientras haya sol). El agua destilada puede utilizarse para los fines que consideres importantes, sin embargo, recuerda que para beber, le debes agregar algunas sales y minerales.
El sistema no solo nos da agua destilada. Después de varios ciclos de aporte de agua salada, si dejamos de agregar agua, podemos llegar a evaporar toda el agua, y al fondo del sistema podremos recuperar sal de mar (la que nos servirá para agregarle algo de sales al agua destilada para beber).
Por último, aunque es agua destilada y teóricamente es potable en cuanto a microorganismos, como sugerencia, siempre debes hervirla antes de tomarla, para asegurar que durante el almacenamiento, no se contaminó.