Republicado. Originalmente publicado 4 de octubre de 2021 @ 10:34
Usualmente en las fotos y videos que circulan en la red acerca de situaciones de catástrofe, ya sea natural o social, vemos a la gente corriendo al supermercado a comprar elementos de primera necesidad, que hemos discutido en algún otro post. Y uno de los que siempre llama la atención es el papel higiénico. Puede producir algo de risa, pero algo tiene este que lo consideramos como uno de los ítems para almacenar en una situación de emergencia, tal como el agua y las conservas. En este post hablaremos un poco de su historia, como se vivía en épocas anteriores a la invención de este ubicuo producto, qué utilidades tiene y por último, como podemos arreglarnos si no contamos con él.
Algo de historia
Aunque tendemos a pensar que el papel higiénico es una invención moderna, la verdad es que los chinos (como siempre) ya lo conocían en el siglo II a.c. En lugares menos civilizados, como Europa, no existía, así que la gente solía limpiarse con paños de lana, lino o cáñamo si tenía recursos, y si no tenía, con la mano y agua, trapos sucios, virutas, hojas, hierba, paja, piedras, arena, musgo, cáscaras de plantas, helechos, e incluso corontas de maíz dependiendo del país. En Roma, se usaba una esponja amarrada a un palo y sumergida en un balde con agua, el que era compartido entre todos. Rico e higiénico.
Luego de la explosión de la imprenta por todos lados y las publicaciones baratas en papel en los siglos XVII y XVIII, se comenzó a utilizar lo que más había a mano, papel periódico. No fue hasta 1857 que se inventó el papel higiénico moderno, pero esté venía en trozos planos y a veces con aloe vera como lubricante. En 1890 fue cuando definitivamente se inventó el papel higiénico en rollo como lo conocemos hoy. Desde ese día nació la discusión eterna si el papel debe salir por delante y arriba o por atrás hacia abajo. ¿Según tu, como va el rollo?
El uso del papel higiénico es mundial, llegando hasta el orden de 15 kg por persona al año en Suecia, 22 kg/año en EEUU.
Si eres extranjero en Chile, tal vez escuches a cualquier chileno hablar de «papel confort» en vez de «papel higiénico». Esto se debe a que una de las primeras y la más conocida marca de papel higiénico era «Confort». Y con ello quedó el nombre como genérico para referirse a este elemento.
No sólo para limpiar traseros
La utilidad principal y original del papel higiénico es de limpiar el trasero después de defecar, y la posibilidad de eliminarlo directamente en el mismo WC. Es compostable y los sistemas de alcantarillado y procesamiento de aguas negras lo aceptan sin problemas. Sin embargo, dada sus características, se puede utilizar para:
- limpiar la nariz de secreciones
- detener una hemorragia
- secar utensilios de cocina
- esponja para secar líquidos derramados
- encender fuego
- mecha de una lámpara
- limpiar lentes y vidrios
- enfriar botellas: envuelve una botella de cerveza o refresco en papel y mójalo. La evaporación reducirá la temperatura de la botella, similar a la «nevera africana«
- marcar el camino: en vez de trozos de plástico que utilizan en algunas carreras en la naturaleza, utilizar papel biodegradable contamina menos y permite marcar el camino de una competencia, o tu propio camino de regreso cuando vas al cerro o al bosque.
- filtro para el café
- inmovilizador para lesiones
- aparte del papel higiénico mismo, existen muchas utilidades para el rollo central de cartón que no mencionaremos, pero que cualquier padre con hijos en edad preescolar conoce.
- Y partir del concepto del papel higiénico han nacido otros productos, como las toallas de papel desechable para la cocina y las toallitas húmedas para limpiar suciedad algo más pegajosas, como traseros de niños.
En una situación de caos nos veremos rápidamente sin este útil accesorio. Por algo mucha gente almacena grandes cantidades, ya que nadie quiere verse en situaciones de caos y además no tener como limpiarse el trasero. Sin embargo, hay que pensar que en situaciones de este tipo, también se corta el agua. ¿Como eliminarás el papel usado por el WC sin agua? El papel higiénico en cualquier situación fuera de lo normal es un tema grave de salubridad y contaminación.
Por lo tanto, mejor utilizar otras formas para esos menesteres.
La más sencilla de todas es simplemente lavarse con agua y jabón cada vez (¿ubicas los Bidet?), pero esto requiere contar con libre disponibilidad de agua, algo no siempre frecuente en situaciones de catástrofe, por ejemplo si vives en un departamento en el 12º piso. Un opción un poco más ahorradora es utilizar un balde y una esponja o paño para limpiarse. Luego de usar la esponja, simplemente la enjuagas bien en el balde y el agua sucia la usas para tirar «la cadena» del WC. Con este método gastarás poca agua y al mismo tiempo la usarás para otro efecto, maximizando el ahorro.
Otras opciones son volver a la antigüedad, utilizando papel periódico, el cual debes desechar en una bolsa de basura. Tendrás más bolsas que botar, y si no hay recolección de basura en la ciudad, se irán acumulando.
Si cuentas con jardín, la opción es construir una letrina, o el simple «hoyo de gato». Haces un hoyo, depositas tus necesidades, limpias con papel periódico u otro método y luego tapas. Como sugerencia, mejor hacer un gran hoyo para varios días y no muchos pequeños agujeros que finalmente convertirán tu jardín en un campo minado.
Para limpiar, otras opciones son utilizar hojas de algunas plantas, teniendo el cuidado que sean aquellas que no producen irritación. Un problema que tendrás es que las plantas finalmente quedarán sin hojas.
Mejor opción es utilizar piedras. Elige dos o tres lo más suaves posibles y úsalas para limpiar el trasero. Después simplemente lávalas como lo harías con la esponja o el paño.
En la naturaleza
Una situación distinta es si estás en la naturaleza y por algún motivo no cuentas con papel higiénico. Puedes usar hojas de alguna planta, rocas, ramas suaves, pasto. Siempre debe ser hecho en un «hoyo de gato», un pequeño agujero donde dejar las deposiciones, aunque idealmente todo debería traerse de regreso a la civilización y desechado como corresponde.
Como nota final, recuerda que no hay nada peor que salir a la naturaleza y encontrar basura, especialmente papel higiénico usado, detrás de cada árbol, roca o matorral. Si llevas papel, traelo de regreso y lo botas en tu casa. El papel y las deposiciones son orgánicas y reciclables pero a largo plazo. Estará mucho tiempo contaminando, y en ciertas situaciones, de poca humedad, exceso de frío o altitud, para siempre. Existen coprolitos, restos fecales que se fosilizaron y nunca se degradaron durante millones de años. Como sugerencia, toma un curso de «No Deje Rastro» si vas a salir a la naturaleza.