Republicado. Originalmente publicado 19 de octubre de 2021 @ 19:12
Hemos hablado en otras publicaciones sobre cómo prepararse para una crisis económica. Mantener una reserva de dinero en el hogar o refugio es una de ellas, pero en caso de devaluación, ese dinero puede llegar a valer nada, como ocurre en Venezuela en la actualidad, donde una inflación sobre 1000% al año hace que para comprar lo más mínimo se requieren carretillas de dinero. Otra alternativa es guardar el dinero en el banco o en un depósito a plazo, que permite que ese dinero gane intereses y se reajuste, sin embargo, en crisis económicas severas los Bancos pueden quebrar, la falta de energía eléctrica o comunicaciones pueden impedir retirar esos fondos o, como ocurrió en Argentina, el gobierno puede bloquear el retiro del dinero (Corralito se llamó en ese país). Ninguna de esas dos opciones, por lo tanto, es buena.
Ante esas posibilidades, se menciona que una buena manera de guardar recursos es comprar y guardar metales preciosos, como oro y plata, ya que su valor no cambia muy fácilmente con las fluctuaciones de la economía. Se denomina «activo refugio», ya que cuando los mercados bursátiles caen y las economías entran en crisis, el oro tiende a subir su valor, porque los inversores saben que es un activo seguro:
- A diferencia del dinero, es tangible y finito, y no se puede imprimir libremente por capricho de cualquier gobierno, lo que hace que su valor se mantenga en el tiempo.
- En las crisis económicas, políticas y sociales, donde hay caída del valor de las monedas y las acciones, los metales preciosos usualmente suben su precio, ya que es donde los inversionistas guardan sus recursos económicos.
- Permite diversificar la inversión. Si apuestas sólo por la bolsa de valores o a comprar dólares o euros, una caída en ellos puede hacerte perder toda tu inversión. Si cuentas con algunos recursos en metales preciosos, te permite salvar algunos en otra «cesta».
- A diferencia del dinero y las acciones, los ahorros en metales preciosos son más privados, y muy pocos pueden llegar a saber de tu compra de ellos.
- Como son recursos finitos, su precio, exceptuando algunas caídas leves, siempre ha ido en aumento.
- Son fácilmente liquidables. En caso de necesitar dinero en efectivo, puedes venderlos y recuperar tu inversión (excepto en situaciones como las que mencionamos a continuación)
- Desafortunadamente, igual que el dinero, guardar oro requiere de medidas de seguridad elevadas, como una buena caja fuerte. Tener oro en el hogar expone a que sea robado con facilidad.
Hay que tener en mente que esto sólo servirá ante una crisis local pasajera, donde se vislumbra una recuperación en el futuro, o se piensa en emigrar a un lugar sin crisis. Por ejemplo, una catástrofe localizada o una crisis momentánea en el país. Puedes llevarte tu «tesoro» a otra ciudad o país y empezar de cero, o pasado el problema, la venta del metal precioso permitiría recuperar parte de lo perdido. Sin embargo, ante una crisis global o permanente, el oro por ejemplo, perdería también su valor, ya que no habrá nadie quien quiera comprarlo. Ni siquiera servirá de trueque. Hay que tener en mente que, al fin de cuentas, el valor de las cosas, objetos, monedas, etc., depende principalmente del que nosotros los humanos queramos darle. En el desierto, un kilo de oro valdrá nada, comparado con un litro de agua, porque el litro de agua será mucho más necesario que el otro.
Como reconocer metales preciosos
Si pensamos ahorrar parte de nuestros recursos económicos en oro o plata, debemos saber cómo reconocer el oro o plata verdaderos. Y para ello debemos entender sobre el término «quilate», que hacer referencia al grado de pureza de los metales preciosos. Un quilate (K o kt) representa una veinticuatroava (1/24) parte de la masa total de la aleación que compone el metal. Es decir, algo de 18 kilates tiene 18/24 o 3/4 partes de oro puro, o sea 75% de pureza. Por lo tanto, el máximo sería 24 kilates, oro puro. El oro puro es muy blando y se mezcla con otros metales para darle dureza y colores distintos.
En cuanto a la plata, su pureza se habla de Ley, que se establece en milésimas (999, 950, 925, 800). El número de tres dígitos indica la cantidad del metal precioso que hay en una joya. Por tanto, si se habla de una joya de plata de Ley de 925, quiere decir que el porcentaje de plata es de 92,5%. Si es de Ley de 800, tiene 80,0% de plata. Como la plata es muy blanda y maleable (aunque menos que el oro) se suele asociar con cobre, para darle más dureza, para evitar que se dañe muy fácilmente.
Otro detalle a tener en cuenta es que algunas piezas pueden ser enchapadas en oro, plaqué de oro, o galvanizadas en oro, es decir, la pieza es de otro metal, y por fuera tiene una pequeña capa de oro que la recubre. Sólo es una capa y no se consideran de oro auténtico.
Las técnicas para reconocer los metales preciosos son varias, pero ninguna de ellas es exacta, y mientras más casera es la técnica, menos precisa será. Tal vez sea necesario utilizar dos o tres para reconocer con mayor seguridad si una pieza es o no de oro.
Inspección visual
La primera y más sencilla es buscar la marca con la información oficial sobre sobre el oro de la pieza. Todas ellas deberían tener un pequeño sello que indica la cantidad de oro o si es enchapado o galvanizado en oro:
- La sigla “GP” significa enchapado en oro, “GF” significa plaqué de oro y “GEP” significa galvanizado en oro. Esta marca significa que la joya o pieza es de otro metal (cobre, plata, hierro) y no es de oro.
- En cuanto a la cantidad de oro, hay dos sistemas: El sistema de números utilizado en Europa va de 1 a 999. El número 999 significa que la pieza está hecha de oro puro. En los Estados Unidos se utiliza el quilate en una escala de 0 a 24k, donde 24k es oro puro.
- La pureza de la plata también se clasifica del 1 al 999, siendo 999 una joya que tiene 99,9% de plata.
Sin embargo, las piezas falsificadas pueden traer este sello igual haciéndolas parecer auténticas, por lo que no puedes guiarte por esta marca para confirmar que es oro.
Un segundo paso es detectar zonas de desgaste de la pieza. Si es enchapado o galvanizado, el oro se desgasta con el uso, por lo que puede aparecer el metal de base que hay abajo. Una decoloración plateada puede indicar la presencia de plata o titanio, y una roja puede indicar la presencia de cobre o latón. El oro de esas piezas es muy bajo y no se consideran oro auténtico. Sin embargo, si el objeto no es de oro de 24 kilates, lo cual se considera oro puro, podría mancharse con el tiempo debido a que los metales base están expuestos al oxígeno.
El oro puro no reacciona al sudor o los aceites de la piel, por lo que si detectas marcas luego de manipular la pieza, son de otros metales. La plata deja marcas negras y el cobre deja marcas verdes. Pero como bien dijimos antes, si el objeto es una mezcla con otros metales, por ejemplo una joya de 14k (58 % de oro), puede también dejar estas marcas.
Si tienes la oportunidad de comparar el platino y la plata frente a frente, te será fácil distinguir las diferencias entre ellos. El platino es mucho más denso, por lo que pesará más. Además, el platino no es realmente blanco, sino más bien gris. Pero como todas las pruebas, estas pueden ser alteradas para hacerlas pasar como reales.
Por lo tanto hay que continuar con otras técnicas de reconocimiento.
Flotabilidad y respuesta al agua
Sumerge la pieza de oro en un jarro con agua. El oro es denso y pesado y se va directo al fondo, mientras que piezas enchapadas son mucho más livianas, e incluso podrían flotar.
El oro tampoco reacciona con el agua. No se oxida ni se deslustra al mojarse.
Prueba con vinagre
Aplica un poco de vinagre blanco sobre la superficie y verifica si ocurre un cambio de color. Si las gotas cambian el color del metal, entonces la pieza no está hecha de oro puro. Si el color sigue siendo el mismo, entonces la pieza podría ser de oro auténtico.
Magnetismo
Debes usar un imán potente, de neodimio. El oro no es un metal magnético, por lo que si al acercarlo a la pieza es atraído, es falsa o una mezcla no pura. Sin embargo, tampoco es una prueba infalible, ya que puede haber sido hecha con otro metal no magnético (acero inoxidable). Por el otro lado, oro genuino de menor kilataje puede estar mezclado con metales magnéticos como hierro.
Raspado en cerámica
Utiliza un azulejo o plato de cerámica sin esmalte y raspa la pieza de oro hasta ver que se desprendan algunos trozos y deje una marca en la cerámica. Si deja una mancha negra, eso significa que la pieza es falsificada, mientras que una mancha dorada indica que el oro es auténtico. En esta prueba, se raya el oro un poco, pero sin dejarle un daño evidente. Es mucho más segura que otras pruebas con raspones o ácido.
Raspado sobre base cosmética
Otra forma de prueba es aplicar un poco de base cosmética sobre tu piel y arrastrar el oro a través de ella una vez que se seque. Por lo general, el oro falsificado reacciona con la base, dejando una mancha verde o negra sobre ella.
Prueba de densidad
Una prueba un poco más técnica y que requiere más materiales.
- Pesa tu pieza o joya de oro en una balanza electrónica precisa y anota el peso en gramos.
- Llena una probeta graduada en mililitros o centímetros cúbicos hasta la mitad de agua. La idea es que no rebalse al agregar el oro.
- Anota el nivel inicial del agua.
- Coloca el oro en la probeta suavemente para que no salpique.
- Lee la nueva marca del nivel del agua.
- Resta las medidas para encontrar la diferencia en el nivel del agua.
- Divide el peso del oro del paso 1 por la diferencia del nivel de agua que encontraste en el paso 6.
- La densidad del oro es de 19,3 g/ml. Si la pieza esta muy lejos de ese valor, no es oro auténtico.
- La densidad estándar varía un poco según el tipo de oro que tengas. Para el oro amarillo de 14k, es de aproximadamente 12,9 a 13,6 g/ml. Para el oro blanco de 14k, es de alrededor de 14 g/ml. Una pieza de oro amarillo de 18k tiene una densidad promedio de 15,2 a 15,9 g/ml. Una pieza de oro blanco de 18k tiene una densidad de 14,7 a 16,9 g/ml.
Cualquier pieza de oro de 22k tiene una densidad de alrededor de 17,7 a 17,8 g/ml. - Sin embargo, ten en cuenta que algunas combinaciones de metales en oro falsificado pueden presentar una densidad similar a la del oro auténtico, por lo que esta tampoco es una prueba 100% fiable.
Prueba de Ácido Nítrico (para oro)
Esta técnica requiere un kit especial para oro, que trae botellas de ácido para distintos tipos de oro. Requiere raspar la joya y exponer los metales que hay debajo, por lo que puede dañar la pieza y se aconseja dejarla en manos de joyeros profesionales certificados.
El ácido nítrico es tóxico y puede dañar tus manos. Recuerda usar guantes y hacerlo en una pieza ventilada.
El oro no reacciona con el ácido. Si la zona raspada se pone verde, entonces está hecha de oro falsificado. Una reacción lechosa indica la presencia de plata fina enchapada en oro. Si el ácido se vuelve dorado, entonces la pieza está hecha de latón enchapado en oro.
Prueba con Kit de Ácido (para plata)
Similar al kit de prueba para oro, necesitas un kit de prueba de ácido para plata. El proceso debe ser igual de cuidadoso (por el riesgo del ácido) y puede dañar la joya.
Aplica el ácido en una zona oculta de la pieza y observa la coloración. El ácido parecerá marrón oscuro o claro al principio y luego se volverá de un color diferente. El color nuevo indicará la pureza del metal. Por ejemplo, si el líquido se vuelve rojo oscuro o brillante, el metal es como mínimo 99 % plata pura. Si la solución se vuelva blanca, el metal es 92,5 % plata o plata de ley. Si se vuelve de un color verde azulado, es cobre u otro metal menor.
Prueba de ácido en piedra de toque
Si no quieres dañar la pieza o joya con ácido, puedes usar la técnica de raspado en piedra de toque. También permite determinar su kilataje.
Raspa el oro sobre una piedra de toque (se pueden conseguir en algunas joyerías) para probar su pureza, dejando una mancha dorada. Aplica una gota de ácido nítrico para 12k, 14k, 18k y 22k sobre diferentes partes de la mancha. Revisa la pieza después de 20 a 40 segundos. Busca el área donde el ácido no disuelve el oro para averiguar qué valor de clasificación tiene la pieza. Por ejemplo, si el ácido de 18k disuelve el oro, pero el de 14k no, entonces tu pieza probablemente tenga alrededor de 14 quilates.
Al probar el platino, ráspalo un poco sobre una piedra de toque y viértele ácido nítrico. Si la línea se conserva, significa que es platino. De lo contrario, no lo es.
Probador electrónico
Existe un dispositivo electrónico que aplica electricidad al metal cubierto de gel. Según la respuesta a la corriente, determina si se trata o no de oro puro.
Escáner de fluorescencia de rayos X
Es un aparato que por su costo, ya no es de uso casero. Pero permite analizar la calidad de una muestra de metal.
Prueba con Agua Oxigenada
Esta prueba sirve para Plata y Platino. Llena un bol con agua oxigenada e introduce la joya o pieza completamente. El platino es un catalizador fuerte para el peróxido de hidrógeno, mientras que la plata es uno más débil. Con el primero debería burbujear inmediatamente, mientras que con el segundo puede demorar un minuto. El peróxido de hidrógeno no corroe ni daña las joyas.
No todo es infalible
Como mencionamos, ninguna prueba es 100% infalible, y es probable que requieras varias de ellas para determinar si es oro o plata y su grado de pureza.
Cómo comprar oro o plata sin llamar la atención
Como buen prepper, lo principal es no llamar la atención cuando se trata de almacenar recursos. Ir comprando oro en grandes cantidades va a llamar la atención de una u otra forma, y hará que tu casa se convierta en un atractivo lugar para saquear. Eso si llegas con el oro a la casa, ya que es posible que te roben a la salida del local donde compraste el oro. Recuerda utilizar las técnicas de hombre gris y otros consejos de seguridad para evitar asaltos. Y como mencionamos, el oro guardado en tu casa tiene altas posibilidades de que te sea robado. Recuerda algunos trucos y lugares donde guardar objetos de valor.
Por otro lado, no todo el oro es igual de valioso. Recuerda los kilates. Las joyas y monedas con mayor kilataje tienen mayor cantidad de oro y por lo tanto son más valiosas. Mientras que las joyas con baño de oro no son de oro y por ende, no valen nada.
Una forma sencilla de hacerte de algunos gramos de oro es comprar anillos de compromiso. Nadie pregunta nada, y si compras anillos en varios lugares, nadie notará que llevas 4 o 5 anillos de compromiso en pocos días. El problema de esto es que pagarás no sólo el valor del oro, sino que también la manufactura del anillo y la ganancia de la joyería, que para los efectos que discutimos, no nos interesan ya que suben el precio. También puedes comprar collares y pulseras que pueden tener más oro o plata, dado su mayor tamaño. Lo habitual es que vendan joyas de 18k, ya que los metales como el oro o la plata son muy blandos y necesitan estar mezclados para darles dureza. Podrías consultar si te pueden hacer una pieza especial en 22kilates. Conseguir joyas en 24 kilates (el máximo) es prácticamente imposible.
Un detalle que es importante evitar, son aquellas empresas que prometen compras virtuales, que supuestamente tienen el oro guardado en otro país y donde uno adquiere el derecho sobre ese oro, pero nunca llegas a tener físicamente en tu poder. Lo más probable es que empresas de ese tipo sean estafas, y aunque no lo fuera, en caso de una crisis importante, acceder a ese oro será prácticamente imposible.
Si tienes tiempo, y un lugar donde realizarlo, puede dedicarte a buscar oro por tu cuenta. No será mucho lo que puedas obtener, pero en caso de necesidad, es una opción.
Recuerda que el oro que estas guardando es para ahorrar, no para invertir. Cuando inviertes, compras barato y vendes caro y obtienes una ganancia. Cuando ahorras, lo importante no es comprar y vender ni obtener una ganancia, sólo es almacenar para utilizarlo cuando sea necesario, lejos de las manos del Estado y donde los bancos no pueden llegar e imprimir fácilmente.