Republicado. Originalmente publicado 22 de septiembre de 2021 @ 12:31
El ser humano no es un animal preparado para vivir en la naturaleza sin mayor protección, ya que no contamos con pelo o plumas que nos cubran del frío, de la lluvia, del sol o del viento. Por ello, una de las habilidades que debemos desarrollar y tener presenten en los primeros momentos de la supervivencia en el medioambiente es tener un lugar donde refugiarnos. Este aumentará nuestras posibilidades de sobrevivir, al aislarnos del clima, y mejorará nuestro ánimo, al aumentar la comodidad.
En general, cualquier protección sobre nuestras cabezas nos servirá. Podemos utilizar refugios naturales como cuevas o árboles frondosos, incluso alguna rama o tronco quebrado. Si tenemos algo de herramientas o equipo básico, podremos construir algunos refugios más cómodos y mejores. Los materiales dependerán obviamente del lugar donde nos encontremos. Y la calidad y esfuerzo que dediquemos a construirlo también dependerá del tiempo que pensamos pasar en dicho refugio.
Recordar siempre que el primer refugio que podemos contar es el propio vehículo en que nos movilizamos. Ya sea un auto, o el avión en que caímos. Al ser más notorio y grande, también seremos más fácilmente encontrados en caso de una búsqueda. Es decir, en una situación de supervivencia, quédate junto al vehículo en que andas. Coloca alguna ropa o papel periódico en las ventanas para aislar del exterior, ya que a pesar de estar protegidos del viento o de la lluvia, si no hay calefacción, el auto será muy frío en el interior. Y en verano, se convertirá en un horno. En caso que quieras hacer una fogata, puede encenderla con el encendedor eléctrico del auto o generando chispas de la batería. Si a la fogata le agregas aceite del motor, puedes lograr humo denso y negro para hacer señales.
Si vamos a utilizar un refugio natural, no es mucho donde podemos elegir, excepto evitar aquellos claramente riesgosos. Sin embargo, si vamos a construirlo, deberemos tomar las mismas precauciones que si montáramos una carpa: elegir un lugar fresco, seco, al abrigo del viento y de posibles causes de arroyos o ríos en caso de lluvias, es decir en una zona más elevada. También debemos evitar zona de derrumbes o avalanchas de nieve, o quedar bajo un árbol en caso de tormentas eléctricas.
Si no contamos con un vehículo para usar como refugio, ni tenemos la suerte de tener un refugio natural, deberemos improvisar uno circunstancial. Modelos e ideas para fabricar uno hay miles, dependiendo de los materiales que tengamos a mano. Una simple lona y una cuerda atada entre dos árboles es el ejemplo más sencillo. También podemos fabricarnos un pequeño muro para protegernos del viento y del frío con rocas o incluso con nieve.
Dentro de nuestro refugio, el suelo debe ser lo más horizontal y seco posible, idealmente mullido y suave. Podemos poner una cama de hojas secas y sobre ella, grandes hojas verdes o ropa. Recuerda revisas las hojas para eliminar posibles insectos o arañas. Si podemos, construir una cama elevada mejorará la calidad del refugio.
Si podemos acceder a leña y fuego, podremos agregar una fogata a nuestro refugio, mejorando la protección contra el frío y dando acceso a cocinar algunos alimentos, o incluso a facilitar el rescate mediante el uso del humo. Un pequeño muro al otro lado de la fogata permitirá reflejar el calor hacia nosotros.
Algo que debemos también aprender es a mejorar nuestra protección personal y vestimenta, algo que veremos en otro post dedicado a cómo vestirnos y protegernos cuando estamos a la intemperie.
Y para que se sientan inspirados, les dejo este pequeño refugio. El canal es imperdible! Suscríbanse.