Republicado. Originalmente publicado 5 de agosto de 2022 @ 12:25

Hemos hablado de cómo sobrevivir en terremotos, inundaciones, caos social, tormentas, incendios y hasta ataques de perros. Pero la vida es larga y prácticamente todo nos puede matar, por lo que prevenir siempre será mejor que curar. Así nunca vienen mal algunas recomendaciones de supervivencia.

Riesgos naturales

Aprende a nadar: toda persona debería aprender a nadar desde muy pequeño. Ya sea para las vacaciones, o por accidentes náuticos, vehiculares, inundaciones o salvar a alguien en una piscina. Existen cursos de flotación incluso para lactantes pequeños.

Antes de salir a la naturaleza, infórmate de las condiciones climáticas y anda preparado para ellas. Ya sea para el frío o el calor, la preparación evitará riesgos y eventuales muertes.

Nunca te pares debajo de un árbol durante una tormenta. Un rayo puede caer en el árbol que te refugia y terminar electrocutado.

Mantén funcionando los sistemas de detección de humo y otros gases en tu hogar. Revisa las baterías con regularidad.

Instala extintores de incendios en algunos sectores de tu hogar, especialmente en la cocina y donde haya estufas y calderas.

Revisa periódicamente árboles y arbustos alrededor de tu casa. Corta ramas o árboles que puedan caer sobre ti o tu casa.

Elige un lugar adecuado donde vivir, lejos de posibles riesgos naturales o humanos.

Cuando entres en un edificio desconocido, ten siempre presente las vías de evacuación. En un hotel, por ejemplo, revisa los mapas que indican las salidas de emergencia o las zonas seguras.

En caso de un evento catastrófico, recuerda las prioridades para sobrevivir. Focalízate en lo importante primero.

Mantén siempre la calma y trata de pensar con la mente fría cada paso a seguir. A menos que haya una urgencia médica, mantener la calma reducirá el gasto de energía y errores potencialmente mortales.

Riesgos humanos y accidentes

Accidentes de tránsito y otros relacionados con vehículos

Aprende a manejar: apenas pueda controlar el vehículo, y la ley lo permita, todos deberían aprender a conducir un vehículo motorizado. Eso incluye automóviles y motocicletas. Incluso si no cuentas con un vehículo y solo eres peatón. Te permitirá caminar con mayor seguridad sabiendo las leyes del tránsito y en caso de emergencia, podrías llevar a alguien a un servicio de urgencias.

Utiliza siempre el cinturón de seguridad cuando vayas en un vehículo motorizado, seas conductor o pasajero.

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Revisa tu vehículo y asegura que se encuentra en buenas condiciones para circular.

Respeta las señales de tránsito y las velocidades permitidas. No utilices el celular mientras conduces ni te distraigas cambiando la música, conversando o maquillándote.

Evita conducir con sueño. Antes de un viaje, descansa lo suficiente. Si el viaje es largo, haz pausas cada dos horas o 200 km.

Nunca conduzcas bajo los efectos del alcohol o medicamentos que inducen el sueño o alteran la rapidez mental y de respuesta motora. Tampoco te subas a un vehículo conducido por alguien en esas condiciones.

En bicicleta, motocicleta o scooter, siempre utiliza casco.

Presta atención cuando andes con niños en el vehículo. Deben ir siempre en su silla para niños o con cinturón de seguridad. Al estacionar, no los dejes dentro del vehículo, aunque sea con las ventanas un poco abiertas. Si llevas a uno en el asiento trasero, coloca un peluche en el asiento delantero, para recordar que está atrás y así no lo dejas por descuido.

Delincuencia

Practica siempre las técnicas de hombre gris.

Evita lugares aislados, oscuros. Eso incluye donde estacionas tu vehículo o por donde transitas.

Evita aglomeraciones de gente, especialmente donde pueda existir una estampida humana o un ataque con armas de fuego o terrorista.

Cuando camines por la vereda, no lo hagas cerca de la calzada. Eso evitará los asaltos por motociclistas («motochorros»).

Si circulas en vehículo, no abras las ventanas ni dejes objetos a la vista que puedan tentar a algún delincuente.

Evita transitar en vehículo por zonas donde se realizan encerronas y robos de vehículos. Cuando llegues a casa, no detengas el vehículo ni te bajes hasta estar dentro con el portón cerrado para evitar «portonazos».

Accidentes laborales

En el trabajo, presta atención a las condiciones peligrosas y actos inseguros.

Sigue los protocolos de seguridad y utiliza protección personal.

Ten especial atención con máquinas que giran a alta velocidad, elevan peso sobre tu persona o trabajan con presión o calor.

Mantén una comunicación permanente y fluida entre los diferentes trabajadores. Esto disminuye errores y potenciales accidentes.

La capacitación es importantísima. Los accidentes laborales habitualmente (sobre 50%) afectan a los trabajadores nuevos (antes de 6 meses en el puesto) debido a la falta de capacitación y experiencia. En caso de requerir Equipo de Protección Personal (EPP), el entrenamiento debe incluir como ajustar y usar el EPP, sus limitaciones, desgaste, almacenamiento, reemplazo, limpieza y mantenimiento.

Evita usar el EPP de desgastado, de mala manera o parcialmente, ya que esto puede ser causante de accidentes y más peligroso incluso que no usar EPP.

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Igual que en otros escenarios:

  • Evita instalaciones eléctricas sobrecargadas.
  • Descansa el tiempo necesario y evita trabajar con fatiga o sueño.
  • Las posturas incómodas y la fatiga que producen llevan a accidentes y lesiones laborales.
  • Mantén el orden y la limpieza. No solo para facilitar el trabajo, sino que también disminuirá el riesgo de caídas, golpes y otros accidentes. Esto también aplica para las salidas de emergencia, que deberán estar despejadas.
  • La iluminación debe ser adecuada, para disminuir la fatiga visual y los accidentes por poca iluminación.

Sigue las normas y leyes respecto a la carga de peso. Utiliza fajas que ayuden en ese sentido.

En trabajos bajo estrés, es importante reconocerlo a tiempo y saber tomar descansos necesarios.

En la medida de lo posible, evita los ruidos excesivos o utiliza la protección adecuada para ello.

Accidentes del hogar

Evita el uso de fuegos artificiales, especialmente con niños.

Revisa la instalación eléctrica de tu hogar con frecuencia. No sobrecargues los circuitos.

Revisa con frecuencia las redes de gas para detectar fugas.

Mantén fuera del alcance de los niños medicamentos y productos de limpieza. Si tienes armas de fuego en el hogar, deben estar fuera del alcance de ellos, idealmente bajo llave, y sin munición.

Ten cuidado con suelos mojados y escaleras. También con alfombras y otros materiales sueltos sobre el suelo y pueden hacer que te resbales. Una caída puede terminar en fracturas, traumatismos encefalocraneanos e incluso muerte.

No descuides ni un segundo a niños pequeños cerca de piscinas y tinas llenas de agua.

Después de cualquier catástrofe, revisa tu hogar en detalle.

Recuerda que hay elementos difíciles o peligrosos de almacenar. Preocúpate de mantenerlos como se debe.

Evita quedarte dormido con un celular o cigarrillo en la mano. Son una potencial fuente de incendios.

Si durante el invierno calefaccionas con braseros u otra fuente de calor que genera humo, no lo descuides y mantén siempre una ventana algo abierta para evitar la acumulación de monóxido de carbono.

Enfermedades

No fumes: por un lado, ahorras. Pero principalmente evitarás el riesgo de múltiples cánceres.

No bebas alcohol: también es un cancerígeno comprobado. Pero evitarlo también te aleja de peleas y accidentes de tránsito. No evitará que conductores bajo el efecto del alcohol te choquen, pero estás más atento a las condiciones de tránsito y podrás responder con mayor rapidez.

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Si utilizas medicamentos o drogas que afecten el pensamiento o la velocidad de reacción, también mantente lejos del volante de cualquier vehículo.

Practica algún deporte, pero suave y sin exagerar. Mejora tu condición vascular, sin lesionar articulaciones ni sufrir accidentes deportivos (fracturas, caídas, politraumatismos). Nadar es la mejor opción, aunque basta con caminar 30 minutos diarios. Evita deportes de riesgo.

Algunos alimentos se asocian a ciertos cánceres. Si tienes antecedentes familiares, te será mejor evitar aquellos que contienen nitritos y nitratos, como embutidos y cecinas.

Mantén un peso adecuado. Eso protegerá tu salud cardiovascular y evitarás algunos tipos de cáncer.

Controla tu salud cada cierto tiempo, especialmente después de los 40 años.

Evita el estrés.

Duerme las horas necesarias.

Utiliza bloqueadores solares y sombrero cuando estés en la naturaleza. Reduce las quemaduras y el riesgo de cáncer a la piel.

Lava bien los alimentos antes de comerlos. Y elimina alimentos en mal estado.

Lávate las manos seguido. Evitarás contraer varias enfermedades infecciosas, respiratorias e intestinales.

Si estás resfriado o alguien anda resfriado cerca de ti, utiliza mascarilla facial. Evitarás contagiarte o contagiar a otros, disminuyendo los casos de la enfermedad.

Lávate los dientes al menos dos veces al día. Evitarás infecciones y caries dentales. Hay estudios que asocian infecciones dentales con infartos al corazón.

Desecha adecuadamente la basura, excrementos humanos y animales.

Otros consejos generales

Mantén un kit de supervivencia a mano.

Lleva siempre el EDC contigo.

Si piensas que puede haber desabastecimiento, mantén una despensa abastecida para evitar salir.

Nunca está de más el entrenamiento. Ya sea para encender fuego con métodos no tradicionales, realizar una curación, o simular una situación de emergencia. Practica lo más posible, y que tu familia también se prepare.

¿Qué otros consejos de supervivencia conoces que agregarías a este listado?

Por Morpheuz

Lo importante es saber un poco de todo. Y ser especialista en algo determinado. Después, basta aprender a colaborar con la comunidad.

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