Ya hemos discutido la importancia para un preparacionista de contar con una buena despensa, y cuáles son los víveres e insumos que se deben incluir en ella. Sin embargo, también es importante tener en cuenta las características que dicha despensa debe tener, para asegurar una adecuada conservación de su contenido y facilitar su utilización. Sería ideal planificar la despensa desde la idea arquitectónica inicial de la construcción de tu hogar o refugio, pero usualmente esto ocurre después que ya tiene tu hogar construido, por lo que hay que ajustarse a lo que tienes simplemente.

Características de una buena despensa

  1. Ubicación accesible: La despensa debe estar ubicada en un lugar fácilmente accesible y cercano a la cocina. Evita áreas propensas a humedad o cambios extremos de temperatura, o que reciban luz solar directa, ya que eso deteriora los alimentos con mayor rapidez.
  2. Construcción con materiales resistentes y buen aislamiento: Uno de los riesgos de contar con una despensa es que le ingrese agua durante una inundación, o que presente agujeros o accesos por donde ingresen roedores u otras plagas que pueden acabar con nuestros alimentos. Asegúrate que esto no sea posible.
  3. Tamaño adecuado: Antes de disponer de una despensa, calcula el espacio que requieres. O ajusta los víveres al espacio con el que cuentas. Si tienes un espacio pequeño, no planees ni compres como si tuvieras espacio para 1 año de una familia de 5 personas. Planifica también las cantidades, porque puedes llegar a ocupar todo el espacio con solo un alimento (por ejemplo harina), sin dejar espacio a todo el resto.
  4. Estantes ajustables: Utiliza estantes ajustables para adaptarse a diferentes tamaños de productos. Esto facilitará la organización y maximizará el espacio disponible.
  5. Contenedores transparentes y etiquetados: Almacena alimentos secos y productos a granel en contenedores transparentes para que puedas ver fácilmente su contenido. Etiqueta cada contenedor con el nombre y la fecha de vencimiento para facilitar la identificación y la rotación de existencias.
  6. Almacenamiento por categorías: Organiza la despensa agrupando alimentos por categorías. Por ejemplo, agrupa todas las latas juntas, los productos secos en otro lugar y los productos de limpieza en un área separada. Coloca etiquetas en cada zona, para que cualquier persona pueda encontrar fácilmente lo que busca.
  7. Iluminación adecuada: Asegúrate de que la despensa tenga una iluminación adecuada para poder ver claramente el contenido de los estantes, especialmente si está ubicada en un área con luz tenue.
  8. Ganchos y soportes: Utiliza ganchos y soportes para colgar utensilios pequeños, bolsas de alimentos o herramientas de cocina en la parte interior de las puertas o en las paredes de la despensa, maximizando así el espacio disponible.
  9. Cestas y organizadores: Usa cestas y organizadores para agrupar artículos más pequeños y mantener la despensa ordenada. Esto facilita la búsqueda y evita que los productos se pierdan en el fondo de los estantes.
  10. Espacio para productos a granel: Dedica un área para almacenar productos a granel como arroz, pasta, harina, etc. Puedes utilizar recipientes herméticos y apilables para maximizar el espacio.
  11. Refrigerador o área fresca: Si es posible, reserva un espacio en la despensa para aquellos alimentos que deben almacenarse en un lugar fresco, pero no necesariamente en el refrigerador, como papas y cebollas. Si incluyes un refrigerador, recuerda que estos se calientan y podrían afectar a los alimentos que dispongas alrededor.
  12. Zonas específicas para necesidades especiales: Si tienes miembros de la familia con necesidades dietéticas especiales, asigna áreas específicas de la despensa para sus alimentos, facilitando su acceso y evitando la contaminación cruzada.
  13. Área de trabajo: Una buena despensa también debería tener algún espacio o mesa para trabajar, donde pesar y envasar, e incluso preparar conservas o encurtidos.
  14. ¿Todo junto o dividir?: Por último, algunos plantean que se debería tener la despensa al menos en dos lugares separados, por si alguno de ellos se daña o es saqueado. De esa forma siempre podrás contar con más alimentos en otro lugar. Sin embargo, controlar y organizar dos despensas puede ser el doble de trabajo y dificultará llevar un buen detalle de todo lo que tienes en ellas. Quedará a tu decisión, espacio disponible y eventuales riesgos que hayas previsto.
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Ahora ya sabes cómo debería ser tu despensa ideal. Quedará llenarla con lo que hayas calculado que necesitas para tu familia. Recuerda no cometer los errores que ya mencionamos en otra publicación.

Por Morpheuz

Lo importante es saber un poco de todo. Y ser especialista en algo determinado. Después, basta aprender a colaborar con la comunidad.

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