Republicado. Originalmente publicado 1 de octubre de 2021 @ 09:02

La preparación para una catástrofe, el caos o simplemente para la autosubsistencia no sólo incluye producir tu alimentos en un huerto o una granja con algunos animales, fabricar tu propio combustible, o saber como defender tu refugio y a los tuyos. Hay habilidades y procesos de algunos elementos del hogar, ropa o alimentos que debes aprender a producir tu mismo, si es que llegaran a desaparecer de los supermercados. Por ejemplo, fabricar jabón o velas, fabricar ropa o zapatos, o fabricar cecinas, embutidos, mermeladas, o la simple harina para el pan y cualquier otro alimento que la utilice, de lo cual hablaremos hoy.

No sólo de trigo

Trigo

La verdad es que el término harina se aplica al polvo fino que se obtiene del cereal molido y de otros alimentos ricos en almidón. Usualmente en occidente se conoce como harina a la producida a partir del trigo, sin embargo hay muchos otros tipos de harina: de almendras, de castaña, de coco, de papa, de mandioca, de centeno, de cebada, de avena, de maíz, de arroz, e incluso de leguminosas como garbanzos, soya, habas, lentejas y porotos. La base de todas las harinas vegetales es el almidón que contienen, y en el caso de la harina de trigo, es el gluten el que le da sus propiedades para hacer pan. Fuera de los vegetales, también existen harinas de origen animal, como harina de huesos, de sangre, de plumas o pelo y pezuñas, de pescado, que tienen diversos usos. Para efectos de no alargarnos muchos, nos referiremos a la harina más conocida, la de trigo.

Proceso de molienda

El grano que vayas a convertir en harina es muy importante, porque sus características le darán distintos sabores y consistencias al producto final. Hay distintos tipos de trigo, con más o menos cantidad de proteína y de gluten, y también está la opción de producir harina integral si le incorporas el salvado (lo que implica más fibra al final del producto). Luego de seleccionar el grano que utilizarás, debes limpiarlo de impurezas, restos de tierra.

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Después hay que moler el grano. Desde la antigüedad se han usado muchos tipos de molinos manuales, de madera o de piedra, para luego utilizar la fuerza del viento o del agua para mover los rodillos, hasta la actualidad, donde se utilizan molinos eléctricos con aspas y rodillos de acero. Utilizar el método manual puede ser necesario si las condiciones impiden utilizar el uso de maquinaria eléctrica, pero te tomará mucho tiempo. Si cuentas con electricidad, lo más sencillo es utilizar algún aparato triturador de la cocina, como la licuadora o molinillo de café. Lo importante es que el polvo que salga de la máquina sea lo más fino posible. Tal vez debas repasar varias veces el producto para lograrlo.

Como sugerencia, muele sólo lo que vayas a utilizar. La harina se estropea más fácilmente que el grano entero, y te aumenta la necesidad de almacenamiento a otro producto. Ten en cuenta que 1 unidad de cereal o grano produce 1.5 unidades de harina en volumen (1 taza de grano produce 1.5 tazas de harina). Si estás utilizando alguna máquina de cocina, muele el grano hasta que encuentres que tiene la fineza de la harina que deseas. Puedes tamizar la harina con un cedazo muy fino para separar la harina del grano más grande y volver a procesarlo.

Una vez terminado el proceso de molienda, debes almacenar tu harina (si hiciste más de la que necesitabas en el momento). Guárdala en algún envase hermético, en lugar fresco y seco. La harina integral se pone rancia antes. Guárdala en el refrigerador.

La harina recién molida se comporta diferente que la comprada en el supermercado. Deberás experimentar con ella para lograr manejarla bien. Puedes encontrar algunas ideas para cocinar en este post.

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Algunos detalles que debes tener en consideración:

– La harina de trigo es muy inflamable y explosiva. De hecho en los molinos está prohibido el uso de fuego o chispas. Ten cuidado con ella.

– Los granos deben ser bien seleccionados, porque son susceptibles de contaminación con toxinas de hongos. Estos pueden colonizar el grano antes de la cosecha, o después. También pueden afectar a la harina que se almacena en malas condiciones. El grano contaminado con el hongo se manifiesta en granos chuzos, de menor tamaño, más claros, blanquecinos, con posibles zonas o partes rosadas y con un endosperma yesoso al corte. El grano o harina contaminada con hongos no puede ser utilizado en ninguna forma, ni siquiera dado a los animales, porque las toxinas permanecen en la carne y posteriormente pueden contaminar los alimentos.

– Recuerda que el polvo de harina puede producir asma y rinitis en algunas personas. Además, en otros, el gluten del trigo y otros cereales desencadena una enfermedad crónica, multiorgánica autoinmune,​ que lesiona primeramente el intestino y puede dañar cualquier órgano o tejido corporal, llamada Enfermedad Celíaca. Algunos casos pueden llegar a ser mortales.

Próximamente haremos publicaciones sobre embutidos y cecinas, quesos, vino y cerveza y algunos otros alimentos. ¿Qué otras habilidades crees que son necesarias de aprender y manejar para estar preparados en una situación de supervivencia?

Por Morpheuz

Lo importante es saber un poco de todo. Y ser especialista en algo determinado. Después, basta aprender a colaborar con la comunidad.

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