Republicado. Originalmente publicado 19 de agosto de 2022 @ 11:40

Las noticias nacionales e internacionales informan que se nos viene una crisis alimentaria mundial, que afectará a casi todos los países, aunque de distintas formas y grados. Por otro lado, ya hemos conversado de la utilidad y necesidad de contar con recursos alimentarios propios para sobrevivir en situaciones de emergencia. La despensa, por más equipada y abastecida que esté, en algún momento se vaciará, y deberemos utilizar alimentos frescos producidos por nosotros mismos. La solución parcial es contar con un huerto, el cual nos proveerá de algunas verduras y hortalizas. Sin embargo, el huerto clásico solamente sirve en un par de estaciones del año. En invierno, son muy pocas las verduras y hortalizas que crecerán, especialmente en latitudes alejadas del Ecuador.

Frente a esta situación, nos viene a ayudar de manera parcial el invernadero. Esta construcción nos evitará que las plantas se nos congelen durante el invierno, y facilitará la germinación de las plantas algunas semanas antes de lo que saldrían al aire libre, aumentando la temporada de producción de hortalizas.

Cómo construir un Invernadero

El concepto de invernadero es bastante sencillo. Es un espacio techado, cerrado, que impide la entrada del viento y el frío, pero transparente, que permite la entrada de luz y calor solar. Sus beneficios son:

  1. Crea un microclima que protege a las plantas del frío, a la vez que adelanta su crecimiento y producción de frutos.
  2. Permite producción de frutos fuera de época o en climas inadecuados
  3. Ahorra agua y fertilizantes, ya que podemos aportar lo justo y necesario, evitando evaporación.
  4. Evita las plagas y facilita su control.

Tipos

Podemos construir invernaderos temporales y sencillos y otros más permanentes y complejos, dependiendo de los materiales que utilicemos. En estos podemos agregar controladores automáticos para el riego, humedad y temperatura.

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Dentro del invernadero podemos cultivar de distintas formas también. Cultivos normales en tierra, con camas elevadas, en mesas elevadas, cultivos verticales, o con sistemas de hidroponia o acuaponia.

El armazón del invernadero podemos construirlo de hierro, aluminio, madera o PVC. Cada material tiene cierta duración, unos más que otros. Si es de madera, recuerda tratarla para que dure más tiempo.

Construcción

Lo primero es seleccionar adecuadamente el lugar para el invernadero. Debe darle la luz solar gran parte del día, especialmente en la mañana, por lo que debe estar orientado hacia el norte en el hemisferio sur. Considerar que es una construcción relativamente permanente, por lo que los árboles pueden crecer y darle sombra en el futuro.

Evita un terreno con mal drenaje. Si la lluvia hace que sea muy húmedo, instala recolectores de agua lluvia para regar, o drenajes para el terreno. La opción de recolectar agua de lluvia disminuirá los costos en riego a futuro para las épocas sin lluvia.

El invernadero puede ser construido aislado o adosado a un muro, por ejemplo, a la casa o a una bodega. Esto permite usar el muro como protección del viento o para reflejar el calor del sol.

La mantención de un huerto e invernadero requiere bastantes equipos y herramientas, por lo que sería importante incluir, dentro del diseño y construcción, un cobertizo cerrado para guardarlas. También se debe pensar en un mesón donde poder trabajar y mantener almácigos.

Si deseas instalar sistemas automatizados de control, sistemas para temperar o luces, debe haber acceso a corriente eléctrica. Una opción es instalar paneles solares para cumplir con esta necesidad.

Recuerda que las plantas necesitan agua. Debes instalar un circuito de agua, con llaves para el riego, o, si deseas algo más complejo, un sistema de riego automatizado o por goteo.

El tamaño del invernadero es relevante. Mientras más grande, más costará mantenerlo temperado en invierno y más trabajo habrá para realizar. Y si es muy pequeño, no tendrás posibilidades de muchos cultivos durante el año.

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La forma del invernadero puede ser un domo semicircular o un techo inclinado a una o dos aguas.

El material cobertor puede ser de polietileno estabilizado, polietileno de baja densidad, policarbonato de una o dos capas, acrílico, o vidrio. Se diferencian en la duración que tienen, presencia de algunos tóxicos en el polietileno estabilizado, más o menos retención del calor, resistencia a los cambios de temperatura y golpes, y en el costo. Si tu área es propensa al granizo, evita el vidrio, a menos que sea templado que es más resistente (pero más caro).

Para el verano, recuerda construirle algunas ventanas que puedas abrir para generar ventilación y enfriarlo. Lo ideal es que la temperatura interior del invernadero esté entre 10-15º (en invierno) y 25-30º (en verano).

Cuidados posteriores

Despeja anualmente las ramas y árboles que cubran el invernadero, para que reciba el máximo de luz posible.

En el mismo sentido, cada cierto tiempo, limpia la cubierta para eliminar la tierra y hojas que pueden bloquear el paso de la luz.

Si en el verano hay mucho calor, puedes disminuirlo cubriendo con una malla tipo Raschel.

Si la cubierta se daña, recuerda cambiarla a fines del verano. Evitará tener que cambiarla justo en invierno, cuando es más necesaria.

Mantener la puerta cerrada evitará la entrada de animales o plagas. Instala mallas en las ventanas para evitar que ingresen insectos mientras están abiertas.

Antes del siguiente cultivo, abona adecuadamente la tierra. Puede ser con compost o abono animal (de vaca o caballo). Recuerda plantar algunas legumbres cada cierto tiempo, para ayudar a fijar nitrógeno en el suelo.

Cultivos de Invierno

Existen algunos vegetales de nuestro huerto que se dan mejor en otoño e invierno. Durante el verano incluso es mejor que estén a la sombra.

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Por ejemplo, vegetales de hoja, como acelga, espinaca, rúcula, perejil y lechugas. Algunas hortalizas de bulbos, como cebollas, beterragas o rabanitos. Coliflor, brócoli, repollo (col) o habas.

Lo importante es preparar bien la tierra, y sembrar en otoño, de forma que cuando llegue el frío del invierno, las plantas ya estén crecidas.  El uso de algunos tipos de «mulch» (una capa de materia orgánica suelta como paja, hierba cortada, ramas trituradas, hojas y otros materiales similares) ayuda a proteger las plantas del frío.

Algunas puedes sembrarlas directamente en la tierra, mientras que otros cultivos puedes crear almácigos, y una vez que ya estén lo suficientemente grandes, puedes cambiar las plantas a la tierra.

Recuerda que en invierno hay otros trabajos que puedes hacer en tu huerto o invernadero. Por ejemplo, mantener tu compost, poner una capa de mantillo o mulch, prevenir plagas y enfermedades, preparar parte del terreno para la siguiente temporada, limpiando y retirando plantas, raíces y maleza.

Ahora que ya sabes como construir y manejar tu invernadero, puedes ponerte manos a la obra. ¿Tienes alguna sugerencia o comentarios sobre el invernadero?

Por Morpheuz

Lo importante es saber un poco de todo. Y ser especialista en algo determinado. Después, basta aprender a colaborar con la comunidad.

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