Alguna vez te has despertado con una noticia que parece sacada de una película de ciencia ficción? Algo tipo: “Se declara estado de excepción en todo el país”, o “A partir de esta noche rige la ley marcial”. Suena a distopía, pero, ojo, no es tan lejano como creemos. En Chile, por ejemplo, no son pocas las veces que se ha recurrido a estas medidas. Terremotos, estallidos sociales, pandemias…
Entonces, ¿cómo se sobrevive con cabeza fría cuando la autoridad dice: “aquí mando yo y las reglas cambiaron”?
Hoy te traigo una guía sencilla, directa y sin pelos en la lengua sobre qué hacer (y qué ni por si acaso hacer) cuando nos encontramos en estos escenarios extremos.
Primero lo primero: ¿qué diablos es un estado de excepción?
En palabras simples: es cuando el gobierno dice “las reglas normales no alcanzan para controlar esta crisis”, así que se activan poderes especiales. Puede ser por guerra, desastres naturales, disturbios graves o pandemias. Ahí entran cosas como el estado de emergencia, estado de catástrofe, toques de queda, o incluso ley marcial (cuando las Fuerzas Armadas toman el control).
Y sí, eso significa que tus libertades pueden quedar en pausa: moverse libremente, reunirse, expresarse… incluso que entren a tu casa sin orden judicial si la situación lo justifica.
Lo que sí debes hacer
1. Mantén la calma (aunque todo esté patas arriba)
Parece cliché, pero créeme: la histeria colectiva es contagiosa. Cuando ves a otros entrar en pánico, saquear supermercados o pelearse en la fila del pan, lo más sensato que puedes hacer es convertirte en un oasis de cordura. Respira, observa, y actúa con cabeza fría.
2. Infórmate por canales oficiales
Nada de compartir cadenas de WhatsApp que dicen “mi primo trabaja en el Ejército y dice que…”. ¡No! Anda directo a fuentes como Senapred o Carabineros si quieres entender cómo prepararte sin caer en el pánico. En tiempos así, la desinformación es igual de peligrosa que un temblor grado 9.
3. Respeta el toque de queda y las restricciones
Si dicen “nadie en la calle después de las 22:00”, no te la juegues con excusas tipo “pero solo iba a comprar cigarros”. En un estado de excepción, las reglas son estrictas y las consecuencias reales: detención, multas, o peor.
4. Ten una mochila de emergencia lista
No esperes al caos. Prepara una mochila con lo básico: agua, comida no perecible, linterna, documentos, botiquín, cargador solar, algo de efectivo y copia de tus llaves. Aquí hay una guía buenísima en Supervivencia y Desastres por si necesitas armar la tuya desde cero.
5. Sé discreto con tus recursos
¿Tienes comida de sobra? ¿Agua? ¿Un generador eléctrico? Genial. Pero no lo andes gritando. En escenarios extremos, la necesidad puede volver impredecible incluso a los vecinos más simpáticos. Comparte si puedes, pero siempre con criterio.
6. Haz comunidad
¿Tienes vecinos adultos mayores? ¿Personas con discapacidad? Coordínate, intercambia información y apóyense. Sobrevivir en grupo es más fácil que hacerlo solo. Lo aprendí tras el terremoto del 2010, cuando todo Temuco estaba a oscuras y con miedo, pero la sopaipilla compartida iluminó más que una linterna.
Lo que No debes hacer (ni por si acaso)
1. No desafíes a la autoridad
Esto no es el momento para ponerse rebelde sin causa. Aunque no estés de acuerdo con el gobierno, no sirve de nada discutir con un militar en la calle. En situaciones así, los que portan armas tienen la última palabra, te guste o no. Guarda tus argumentos para después.
2. No salgas a curiosear
Ver helicópteros, barricadas o tanquetas es tentador. Pero esto no es un espectáculo, es una emergencia. Salir a “mirar” o grabar videos puede ponerte en peligro o hacerte blanco de sospechas innecesarias.
3. No caigas en compras impulsivas
¿Recuerdas el 2020 con el papel higiénico? No repitas la historia. Comprar en pánico solo genera desabastecimiento. Sé racional, compra lo justo y piensa también en los demás.
4. No publiques todo en redes sociales
Mostrar dónde están las fuerzas armadas, rutas de escape o puntos vulnerables puede ser contraproducente. Incluso podrías estar ayudando (sin querer) a grupos delictivos. Cuida lo que subes.
5. No ignores tu salud mental
Los estados de excepción pueden durar semanas, incluso meses. El estrés, el miedo y la incertidumbre desgastan. Busca espacios para descomprimirte: hablar con alguien, escribir un diario, rezar, meditar… lo que te funcione.
Bonus: qué hacer si estás lejos de casa cuando se declara la emergencia
- Dirígete a un lugar seguro y visible. Si puedes, un centro de emergencia o punto de reunión.
- Llama a alguien de confianza. No para alarmar, sino para informar dónde estás.
- No trates de cruzar retenes o zonas acordonadas. Eso solo te pone en la mira.
- Observa y espera instrucciones. Puede que tengas que quedarte donde estás unas horas o incluso días. Sé paciente.
En resumen
Sobrevivir un estado de excepción no es solo cosa de recursos materiales, sino también de actitud. Quienes mejor se adaptan no son los más fuertes ni los más ricos, sino los que saben leer el momento, actuar con sensatez y mantenerse unidos.
Y tú, ¿alguna vez viviste algo así? ¿Qué aprendiste? Cuéntamelo en los comentarios o mándame un mensaje. Me encantaría armar una lista de aprendizajes reales de quienes ya han pasado por esto. Porque al final, sobrevivir es compartir el conocimiento.
Nos leemos pronto… y que nunca nos falte café ni cordura.