¿Te ha pasado que empacas para un trekking de fin de semana y terminas comiendo solo barritas de cereal y atún directo del sobre como náufrago? A mí sí. Varias veces. Pero con los años aprendí que comer bien en la montaña no solo es posible, sino clave para disfrutar la experiencia sin sentir que te estás castigando.
Así que si te estás preparando para un trekking de dos días, esta guía es como esa conversa que tendríamos antes de partir: honesta, con tips reales y algún que otro chascarro incluido.
¿Cuánta comida necesito para un trekking de 2 días?
Primero lo primero. No necesitas llevar el supermercado. Pero tampoco puedes subestimar el gasto energético. Caminando con mochila, subiendo cerros, con frío y viento… el cuerpo quema calorías como loco.
Una buena referencia: Entre 2.500 y 3.500 calorías por día, dependiendo de tu ritmo y contextura.
Ahora, no te voy a hacer contar calorías como si estuvieras en una app de fitness. La idea es llevar comida que te alimente, te motive y no te pese como ladrillo.
Principios básicos: ligero, calórico, fácil de preparar
Cuando armo mi menú para 2 días, me enfoco en:
- Alimentos livianos (nada de latas, por favor)
- Alta densidad energética (muchas calorías en poco volumen)
- Fácil de preparar (menos tiempo cocinando, más disfrutando)
- Y si se puede comer con la mano o una cuchara… mejor.
Día 1: energías frescas y buen ánimo
Desayuno (antes de salir)
Come bien en casa o donde estés. Avena con plátano, pan con mantequilla de maní, café… dale con ganas.
Snacks para la caminata
Estos van en el bolsillo, al acceso rápido:
- Frutos secos y semillas
- Chocolate oscuro o barras energéticas
- Trocitos de queso duro (tipo gouda o mantecoso)
- Bastones de salame o jamón curado
Cada 1-2 horas, un bocado. No esperes a tener hambre, porque ahí ya es tarde.
Almuerzo en ruta
Algo simple, sin cocinar:
- Tortilla de harina con atún y mayonesa en sobre
- Pan pita con hummus (sí, aguanta un día)
- Galletas saladas con mantequilla de maní
Cena en campamento
La estrella del día. Algo caliente, sabroso y fácil:
- Puré instantáneo con sobre de carne o atún
- Fideos tipo ramen con huevo duro (lo llevas cocido desde casa)
- Sopa deshidratada con un toque de ají seco (¡confía en mí!)
- Y de postre… chocolate. El de verdad. Ese que cruje y te hace cerrar los ojos.
Día 2: el regreso con dignidad (y energía)
Desayuno en campamento
Calorías + cafeína = felicidad.
- Avena instantánea con nueces y pasas
- Café en sobre (sí, incluso ese soluble medio triste… igual levanta)
- Barrita energética para acompañar
Almuerzo liviano pero potente
- Wrap de tortilla con salame y queso
- Nueces + fruta deshidratada
- Huevito duro si te quedó del día anterior
Snacks para el camino de vuelta
Más frutos secos, más chocolate, más amor propio.
¿Y el agua?
Hidratarse es igual o más importante que comer. Lleva al menos 1,5 litros y considera:
- Filtro de agua o pastillas potabilizadoras
- Bebidas isotónicas en polvo (tipo Gatorade casero)
No esperes a tener sed. La deshidratación te vuelve torpe, malhumorado y lento. Y eso es receta para accidentes.
Tips extra de comida montañera
Divide tu comida por día en bolsas ziploc. Así no andas revolviendo la mochila como desesperado.
Evita alimentos con mucha agua (fruta fresca, conservas). Pesan mucho.
No olvides una cuchara/spork resistente. Comer puré con un palo NO es cómodo (sí, lo intenté…).
Y tú, ¿ya sabes qué vas a llevar a tu próximo trekking?
Comer en la montaña puede ser delicioso, práctico y reconfortante, si sabes elegir. Y no necesitas gastar una fortuna ni ser chef. Solo pensar un poco, organizar bien, y no caer en el clásico error de llevar fideos instantáneos sin olla ni fuego. Puedes encontrar más recetas en el blog.
Ahora dime:
¿Cuál es tu comida favorita para la montaña? ¿Tienes algún truco que siempre te salva?
Déjalo en los comentarios o pasa por el chat de Telegram para compartir ideas, recetas y alguna anécdota con sabor a sopa instantánea y cielo estrellado.
¡Buen provecho y buen sendero!