Una de las técnicas que podría salvarnos la vida en una situación de supervivencia, ya sea en la ciudad o en la naturaleza (cerro, bosque), es la orientación. Estamos acostumbrados a viajar por carreteras ya construidas, o a usar GPS en el celular que nos indica hacia donde ir. Sin embargo, ¿si estamos en un sitio sin caminos y sin nuestro GPS, como podemos llegar a un pueblo cercano? Podemos dar vueltas y vueltas, perdidos y nunca llegaremos a ningún lado donde encontrar civilización.

En cualquier situación de supervivencia siempre es bueno contar con algunos elementos básicos para ubicarnos. El celular es una buena opción, o tener algún mapa impreso de la zona. Por algo está dentro del listado de elementos que deberíamos tener en nuestra mochila de supervivencia.

Pero dejando de lado esas modernidades, vayamos a la situación donde no cuentas con un mapa ni con un GPS.  No es que GPS sea un salvavidas, ya que incluso con él, puedes perderte.

Lo principal para poder saber hacia donde caminas es determinar los puntos cardinales, específicamente el Norte.

Orientación

La Brújula

La brújula es un instrumento (de orientación) que utiliza una aguja imantada para buscar el polo magnético terrestre, que está cerca pero no en los polos (incluso va migrando y moviéndose). Por lo mismo, es útil cuando se está lejos de los polos, pero es inservible cuando está encima de dicho lugar.

Si tenemos la suerte de contar con una brújula en nuestro equipo, podemos determinar el norte y con ello los otros puntos cardinales. Pero ese es menos de la mitad del trabajo. El resto es lograr «navegar» y llegar a un destino, como veremos después.

Puede ser que no tengamos brújula, pero podemos fabricarnos una. Si tenemos un alfiler, podremos imantarlo (con energía estática, en la ropa o el pelo) y depositarlo sobre algo que flote y permita su giro libremente. Puede ser una hoja de alguna planta o un trozo de corcho, sobre agua (un charco, un vaso, etc.). Esta es una de las razones para tener un kit de costura o alfileres en nuestra mochila de emergencia.

Es importante recordar que, mirando hacia el norte que encontraste con tu brújula, a tu espalda queda el sur, a tu derecha el este y el oeste hacia la izquierda. Si tienes noción hacia donde hay un pueblo o casa cercana, ya podrías dirigirte hacia ese lugar, aunque es probable que te pierdas igual, porque aún queda por aprender sobre el rumbo.

Ubicando el Norte (sin brújula)… y sin perder la brújula mental

¿Alguna vez te ha pasado? Sales a caminar, el sendero se bifurca y ‒¡pum!‒ te das cuenta de que tu brújula quedó en casa junto al termo de café. Tranquilo, respira hondo: todavía tienes a la vieja y confiable naturaleza para orientarte. A continuación te amplío los métodos más populares ‒y algunos mitos‒ con un pelín más de detalle técnico, para que la próxima vez que te pierdas sea solo en tus pensamientos, no en el bosque.

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El Sol: tu faro diurno

  • Método del palo y la sombra (meridiana improvisada)
    • Clava un palo recto (idealmente > 60 cm y perfectamente vertical).
    • Marca la punta de la sombra con una piedrita; todavía es antes del mediodía solar.
    • Traza un círculo alrededor del palo usando esa primera marca como radio.
    • Espera hasta que la sombra vuelva a interceptar el círculo por el otro lado (después del mediodía). Marca ese segundo punto.
    • Une las dos marcas con una línea: esa es la dirección Este-Oeste.
    • Dibuja la bisectriz que pasa por el palo: tendrás la línea Norte-Sur (N al lado opuesto del sol). Esta técnica, usada por los antiguos alarifes para orientar catedrales, aprovecha que la altura solar es simétrica antes y después del mediodía.

Tip nerd: cuanto más largo el palo y más amplio el círculo, mayor precisión; el error habitual ronda ±3-5° si mides con cuidado.

El reloj analógico: brújula de muñeca

  • “¿Aún usas reloj con manecillas? Entonces ya tienes una media brújula.”
  • Pasos en el hemisferio sur (Chile, Argentina, etc.):
    • Sostén el reloj en plano horizontal.
    • Gira todo el reloj hasta que la marca de las 12 apunte al Sol.
    • Imagina la bisectriz entre las 12 y la aguja horaria: esa línea señala el Norte (el Sur queda a tu espalda).
    • En el hemisferio norte es al revés: alineas la aguja horaria con el Sol y la bisectriz te da el Sur.
  • Ajustes a tener en cuenta
    • Horario de verano: si tu zona adelanta la hora, usa la posición de las 13 h como “12”.
    • Latitudes altas: el ángulo entre manecilla y “12” se vuelve muy agudo en invierno; la precisión baja, pero sigue siendo mejor que nada.

Vegetación: desmontando el mito del musgo

Seguro oíste aquello de “el musgo siempre crece al lado sur del árbol”. Pues… depende. El musgo prospera donde hay más humedad y sombra. En el hemisferio norte eso suele ser la cara norte; en el sur, la cara sur ‒pero en una quebrada húmeda todos los lados podrían estar tapizados de verde. Estudios botánicos señalan que confiar a ciegas en esta “brújula vegetal” puede desviarte decenas de grados o peor.

Conclusión: útil solo como pista complementaria y si ya conoces el microclima local. Combínalo con métodos solares o estelares antes de apostar tu vida a un manojo de musgo.

Las estrellas: GPS versión paleolítica

Cuando el cielo se enciende y las linternas parpadean, mira arriba:

Hemisferio sur: la Cruz del Sur (Crux)

  • Localiza la pequeña cruz de cuatro estrellas ‒es fácil, está en la bandera de Australia y, si vives en Chile, la has visto mil veces.
  • Extiende el travesaño mayor unas 4,5 veces su longitud en dirección de la “cruz” más larga.
  • Ese punto imaginario cae muy cerca del Polo Sur celeste; baja una línea recta hasta el horizonte: ahí tienes el Sur (Arista Sur).

Hemisferio norte: Polaris

Sigues la recta que forman las dos “puntuales” de la Osa Mayor (Merak y Dubhe) unas 5 veces: la estrella que brilla es la Polar, casi clavada sobre el Norte verdadero (error < 1°).

Constelaciones auxiliares

Orión: su cinturón sale “recto” por el Este y se mete por el Oeste; buen indicador si solo necesitas esos puntos.

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Cinturón de Venus (crepúsculo): esa franja rosa-azulada sobre el horizonte opuesto al Sol marca aproximadamente el Este/Oeste al amanecer o atardecer.

Tendencias 2025: cuando el Sol se pone rebelde

Podrías pensar: “Bah, ¿para qué tanta astucia natural si tengo GPS?”… Hasta que una tormenta solar de clase X2.7 sacude la ionósfera, tumba el posicionamiento y deja tu smartphone como pisa-papeles caro. En épocas de máximo solar, saber orientarse sin electrónica ya no es romántico; es pura prudencia.

Poniéndolo todo junto

  • Combina técnicas: sol de día, estrellas de noche, reloj si lo tienes, y vegetación sólo como apoyo.
  • Practica cuando no lo necesites: tu cerebro “ancla” mejor los procedimientos sin la presión de estar perdido.
  • Registra tu rumbo en un cuaderno (o incluso tallado en un palo) para no acumular error al avanzar.
  • Contrasta con un mapa topográfico si tienes, o con las coordenadas offline en el móvil (modo avión para ahorrar batería).

Dispositivos electrónicos

Los dispositivos electrónicos como los GPS pueden ser útiles para orientarse en la naturaleza, pero asegúrate de llevar baterías de repuesto y de tener una buena recepción de señal.

Navegación: del “¿dónde estoy?” al “¿cómo llego?”

Imagínate la escena: acabas de ubicar tu posición exacta en el mapa y te entra una paz deliciosa… hasta que te acuerdas de que tu campamento está a 12 km por un laberinto de quebradas y vegetación cerrada. Ahí es donde empieza la navegación propiamente tal: transformar la teoría en trayecto seguro.

Porque estar orientado es saber dónde estás; navegar es llegar entero a donde quieres. ¿Listo para el segundo round?

  • Piensa en “barandillas” naturales, no en líneas imaginarias
    • Los llaman handrails: ríos, aristas, senderos, incluso líneas de tendido eléctrico que puedes seguir casi sin mirar la brújula. Son autopistas gratuitas que reducen el estrés cognitivo y el margen de error. Un buen handrail debería:
      • Ser lineal y fácil de identificar (arroyo evidente, cresta marcada, camino).
      • Mantenerse contigo el mayor tiempo posible.
      • Terminar cerca de tu destino o de un punto clave (un collado, la unión de dos valles, etc.).
    • Se considera una de las técnicas más básicas y efectivas para navegar hasta algún sitio.
  • Triangula tu avance: referencia, confirmación, proyección
    • Referencia visual – elige un hito prominente por delante (pico, roca gigante).
    • Confirmación trasera – gira y memoriza algo que quede a tu espalda (una horquilla del río, un afloramiento).
    • Proyección lateral – cada cierto tramo busca un hito a 90° (una cascada, un claro) para verificar que mantienes rumbo.

Este “triángulo de seguridad” te avisa rápido si te desviaste; basta con que uno de los vértices desaparezca donde no debería.

  • Dead reckoning: contar pasos y minutos sin volverte loco
    • Cuando no hay handrails, toca recurrir a la vieja contabilidad de pasos (pace count) y tiempo:
      • Calcula tu zancada media en llano (pista: suele rondar los 65–75 cm) y ajústala +10 % en subida, –10 % en bajada.
      • Usa bloques de 100 m: una cuerda con diez nudos o cuentas en el bastón para no perder la cuenta cuando charlas o jadeas.
      • Control de ritmo: 4 km/h es un promedio razonable en terreno mixto; si vas muy por debajo, revisa desniveles o carga.
  • Técnicas de precisión para micro-navegación
Técnica Cuándo se usa Cómo se hace Ventaja
Aiming off Destino en un río/camino perpendicular Apunta deliberadamente a un lado del objetivo, llegas al curso de agua y avanzas hasta “chocar” con él Evitas quedarte dudando de qué lado estás
Attack point Objetivo pequeño (cascada, refugio) Selecciona un hito grande a ≤300 m y ve fino desde ahí Minimiza el error en la fase final
Catching feature Terreno sin referencias Identifica un “muro” natural (carretera, cordón) tras tu destino: si lo cruzas, te pasaste Seguro anti-overshoot
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El lado oscuro del GPS: tormentas solares y apps de moda

  • El 2025, el ciclo solar está repartiendo llamaradas como pan caliente. Resultado: posicionamiento inestable y márgenes de error que llegan a decenas de metros.
  • A eso súmale el boom de las apps con rutas generadas por usuarios. Solo en la Columbia Británica, dos excursionistas terminaron colgados en un paredón porque la “trayectoria mágica” de su app no existía en la vida real.
  • No es un caso aislado. En el Reino Unido, los equipos de rescate batieron récord histórico en 2024: una salida diaria, muchas ligadas a gente que confió ciegamente en Google Maps o en rutas virales de Instagram.

Moraleja: el GPS es increíble, pero tu estrategia debe poder sobrevivir sin él… o con él haciendo travesuras.

Estrategia paso a paso para trazar tu ruta

  • Define el objetivo: marca destino y puntos de escape en tu mapa topográfico.
  • Elige «handrails» y puntos naturales que conecten esos puntos.
  • Secciona la ruta en etapas de 1–2 km: para cada etapa apunta azimut, distancia, handrail, punto de llegada.
  • Plan B constante: identifica dónde te saldrías al encontrar terreno impracticable (valles ciegos, desprendimientos, vegetación densa).
  • Registra y compara en el camino: tiempo real vs. estimado, pasos, sensación de esfuerzo y visuales.
  • Un cuaderno impermeable o tu móvil (en modo avión) sirven para esos apuntes. Lo importante es corregir al vuelo, no al final.

Una vez, por seguir el camino derecho hacia el punto de llegada, me topé con varias quebradas casi imposibles de cruzar, paredones de quila impenetrable. Casi 2 horas perdido.

Herramientas modernas que sí suman

  • Mapas offline (OsmAnd, Gaia GPS) con curvas de nivel.
  • Power bank robusto y aislante térmico para el móvil.
  • Baliza PLB o InReach: botón SOS independiente de la red celular.
  • Cinta reflectante (sí, cinta) para marcar giros clave si volverás de noche.

Pero todo esto es complemento de tu capacidad de leer el terreno.

Practica antes de necesitarlo

  • Sal un finde y planifica una caminara de 5 km usando solo handrails y puntos de llegada.
  • Apaga el GPS y verifica tu precisión cada kilómetro con re-sección (dos puntos lejanos + brújula).
  • Repite en noche despejada: compara tu rumbo con la Cruz del Sur o Polaris.

Tu confianza crece exponencialmente cuando ves que los métodos funcionan “en seco”.

Morpheuz

Por Morpheuz

Lo importante es saber un poco de todo. Y ser especialista en algo determinado. Después, basta aprender a colaborar con la comunidad.

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