Hay algunas técnicas o conocimientos que todo preparacionista debería saber. No se trata solo de leer sobre ellos o ver videos, sino de practicarlos hasta que salgan casi por reflejo. Porque cuando las cosas se ponen feas, lo último que quieres es depender de la suerte o de una señal de Wi-Fi. Y tampoco vas a tener tiempo para ponerte a practicarlos durante la crisis.

5 Técnicas preparacionistas que debes saber con los ojos cerrados

1. Purificación y obtención de agua segura

El cuerpo humano puede sobrevivir semanas sin comida, pero solo unos pocos días sin agua (Regla de 3 de la Supervivencia). Por eso, saber cómo encontrar y purificar agua es, sin duda, una de las habilidades más críticas.

¿Qué deberías saber?

  • Recolectar agua de lluvia de manera segura, usando lonas, botellas u hojas grandes.
  • Filtrar agua de fuentes naturales usando métodos caseros: por ejemplo, un filtro improvisado con carbón, arena y piedras.
  • Hervir siempre que sea posible. Tres a cinco minutos de ebullición constante eliminan la mayoría de los patógenos.
  • Uso de pastillas purificadoras o gotas de cloro (en proporciones seguras, como 2 gotas de cloro por litro y esperar 30 minutos).
  • Reconocer señales de agua contaminada, como mal olor, color turbio o presencia de animales muertos cerca.

Esta habilidad no solo aplica en un colapso total. Un terremoto fuerte puede romper las cañerías de tu ciudad. ¿Tienes una alternativa lista?

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2. Encender fuego en distintas condiciones

El fuego no es solo calor: también es señalización, desinfección, cocina, y moral. Saber prender fuego con lo que tengas a mano puede marcar la diferencia entre una noche soportable y una pesadilla húmeda y fría.

Conocimientos clave:

  • Diferentes métodos: yesca + pedernal, encendedor, batería con lana de acero, o hasta el clásico arco de fricción (aunque este último es más difícil sin práctica).
  • Saber identificar y preparar yesca adecuada: corteza seca, fibras vegetales, algodón con vaselina (una joyita que deberías llevar siempre).
  • Conocer cómo mantener un fuego encendido bajo lluvia o viento, usando estructuras como el “fuego en Dakota” o un refugio con rocas.
  • Tipos de fuego según uso: fuego en estrella para cocinar, fuego largo para dormir junto a él, etc.

Practicar esto en tu patio, en días húmedos, es mucho mejor que confiar en tus cerillos baratos en medio de un temporal real.

3. Primeros auxilios básicos y manejo de emergencias médicas

No necesitas ser paramédico, pero sí debes saber responder ante situaciones que ponen la vida en riesgo mientras llega ayuda… o cuando no hay ayuda en absoluto.

Conocimientos esenciales:

  • Cómo detener hemorragias con presión directa, torniquetes o vendajes improvisados.
  • Realizar maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar) y Heimlich.
  • Reconocer los signos de shock, hipotermia, deshidratación severa, fracturas y quemaduras.
  • Uso correcto de un botiquín, incluyendo antibióticos básicos, antiinflamatorios, antihistamínicos y técnicas de inmovilización.
  • Control de infecciones con materiales simples como agua y jabón, alcohol o miel (sí, la miel tiene propiedades antibacterianas).

Un botiquín bien equipado es inútil si no sabes cómo usarlo. Entrenarte y tomar un curso básico de primeros auxilios debería estar en tu lista de prioridades.

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4. Orientación y navegación sin GPS

Dependemos demasiado de nuestros teléfonos. Pero… ¿qué pasa si no hay batería, señal o satélites funcionales? Saber orientarte puede evitar que camines en círculos o te metas en zonas peligrosas.

Habilidades fundamentales:

  • Leer mapas topográficos y usar una brújula de forma efectiva.
  • Técnicas de orientación natural: seguir el curso del sol, reconocer el musgo en los árboles, usar las estrellas para encontrar el norte.
  • Marcar tu camino con señales físicas (piedras, ramas rotas, marcas) para no perderte al regresar.
  • Calcular distancias y tiempos de desplazamiento a pie en terreno difícil.

Esto no solo sirve para bosques o montaña. Incluso en zonas urbanas colapsadas, saber moverte sin tecnología puede ser vital. No siempre tendrás Google Maps.

5. Gestión y almacenamiento de alimentos a largo plazo

La despensa de un preparacionista no es solo un montón de latas. Es un sistema pensado para alimentar, mantener salud y moral, y evitar desperdicios.

Qué implica dominar esta técnica:

  • Saber qué alimentos duran más: arroz, legumbres, miel, sal, azúcar, pastas, etc.
  • Técnicas de conservación: deshidratado, fermentación, envasado al vacío, encurtidos, y rotación FIFO (first in, first out).
  • Cálculo de raciones por persona, según calorías y necesidades nutricionales.
  • Preparar comidas nutritivas con pocos ingredientes, pensando también en la moral (¿quién no agradecería un poco de chocolate en días oscuros?).
  • Control de plagas y almacenamiento seguro para evitar moho, humedad o roedores.

La escasez alimentaria no es una idea lejana. Sequías, conflictos o crisis económicas pueden vaciar supermercados en días. Saber planificar tu reserva con cabeza fría y sin pánico es una ventaja gigante.

En resumen…

No se trata de acumular cosas, sino de saber qué hacer cuando todo falla. Estas cinco habilidades son la base de cualquier plan serio de supervivencia. Claro, podrías tener el mejor equipo del mundo, pero si no sabes usarlo… es como tener una guitarra carísima sin saber tocar ni un acorde.

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¿Y tú? ¿Cuál de estas técnicas ya dominas y cuál te gustaría practicar más? Si te interesa seguir profundizando, échale un vistazo al chat de Telegram, donde comparten buenos datos prácticos para poner manos a la obra.

Nos leemos en la próxima. ¡Y que no te pille desprevenido!

Morpheuz

Por Morpheuz

Lo importante es saber un poco de todo. Y ser especialista en algo determinado. Después, basta aprender a colaborar con la comunidad.