Republicado. Originalmente publicado 26 de septiembre de 2022 @ 12:15
Seguimos con los cultivos habituales y más sencillos de un huerto familiar. Una de las hortalizas más simples y que por sus características permite empezar con la temporada de cultivos, es la lechuga. Una planta que se cultiva por sus hojas para ensaladas, aunque puede utilizarse en muchas otras preparaciones.
Cultivo
Existen muchas variedades de lechuga, de hojas sueltas, acogolladas, tipo romana. La temperatura óptima de germinación es entre 18 y 20 °C. Durante la fase de crecimiento requiere que haya diferencias entre el día y la noche: 14 a 18 °C de día y 5 a 8 °C de noche. Soporta mejor las temperaturas bajas que las altas, por lo que su cultivo es ideal para los últimos días de invierno, principios de primavera.
En cuanto a la humedad, sus raíces son pequeñas comparadas con las hojas, por lo que no aguanta períodos de sequía, aunque sea muy breve. Debes mantener un riego suave y permanente, pero evitar la humedad excesiva que puede producir podredumbre del tallo.
El suelo debe tener buen drenaje, con pH entre 6.7 y 7.4. Si es excesivamente ácido, debe agregarse cal. En cultivos de primavera es mejor suelos arenosos que se calientan rápidamente y permiten cosechas más tempranas. En verano es mejor los suelos ricos en materia orgánica, donde se aprovecha mejor el agua y el crecimiento es más rápido.
La lechuga es exigente en abonado potásico, especialmente en bajas temperaturas. Hay que evitar el abonado nitrogenado.
En cuento al cultivo, la lechuga puede sembrarse en almácigos a 5 mm de profundidad. Se trasplantan a la tierra cuando tienen 5 a 6 hojas y unos 8 cm de tallo y hojas. Lo ideal es hacerlo en camellones de unos 25 cm de altura, para evitar que las plantas entren en contacto con el suelo y la humedad.
La densidad de plantación dependerá de la variedad y el tamaño de las hojas. Debe realizarse un «blanqueo» de las hojas, que dependerán de la variedad. Las de hojas alargadas, tipo romana, se atan con un hilo o elástico. Algunas acogollan por si solas. Si el cultivo es de invierno-primavera, para evitar el espigado se suele cubrir con manta térmica para que la planta se desarrolle rápido sin endurecerse y no acumule horas de frío que le hagan florecer. El blanqueo se realiza entre 5 y 7 días antes de la recolección.
Plagas y enfermedades
La lechuga puede sufrir varias plagas y enfermedades:
- Babosas y caracoles
- Trips
- Minadores
- Mosca blanca
- Pulgones
- Antracnosis
- Botritis
- Mildiu
- Esclerotinia
- Septoriosis
- Virus del Mosaico de la lechuga
- Virus del Bronceado del tomate
- Tip Burn: quemadura de las puntas de las hojas más jóvenes y se origina fundamentalmente por la falta de calcio, en los órganos en los que aparece y además por un excesivo calor, salinidad, exceso de nitrógeno y defecto de potasio, desequilibrio de riegos y escasa humedad relativa.
- Espigado o subida de la flor: debido a características genéticas, endurecimiento de la planta en primeros periodos de cultivo, fotoperiodos largos, elevadas temperaturas, sequía en el suelo y exceso de nitrógeno.
- Punteado pardo: debido a la exposición a bajas concentraciones de etileno.
- Mancha parda: grandes manchas deprimidas de color amarillo rojizo principalmente en la nervadura media de las hojas, causada por la exposición a atmósferas con CO2 sobre 3%, especialmente a bajas temperaturas
Cosecha
Se realiza entre 65 a 130 días desde la siembra, o 30 a 70 días después del trasplante.
Se debe evitar la cosecha de plantas muy maduras debido a que sus hojas tienen un sabor amargo.
La lechuga puede cosecharse quitando hojas externas, por lo que no es necesario sacar toda la planta. Las hojas nuevas internas seguirán creciendo.
El mejor horario de recolección es en la mañana, antes de estar expuestas a la luz solar. Posterior a la cosecha, deben almacenarse en un lugar frío pero no congelado (0 °C, con humedad de 98 a 100%). Produce muy poco etileno, pero es muy sensible a este, por lo que se debe mantener en un ambiente libre de este para prolongar su duración. Si no tienes como almacenar toda la producción de lechuga al mismo tiempo, es una buena hortaliza para realizar trueque.
Consumo
Al ser una verdura de consumo principalmente cruda, se debe mantener la limpieza en todo el proceso hasta el consumo. El agua de riego debe estar libre de patógenos como fiebre tifoidea, cólera o salmonelosis. Como sugerencia, antes de consumir se debería sumergir en una solución con algunas gotas de cloro u otro desinfectante para alimentos.
Se descubrió que una dosis moderada de los alcaloides presentes en la lechuga tiene efectos ligeramente afrodisíacos, mientras que una elevada actúa a la inversa, como ansiolítico.
Última actualización: septiembre 21, 2024 por Morpheuz