¿Te ha pasado alguna vez que partes el día con sol radiante, al rato estás empapado de sudor, después cae una lluvia traicionera, y terminas la jornada tiritando en el campamento mientras tratas de ponerte un calcetín mojado? Bienvenido a la montaña, donde el clima es más voluble que una teleserie turca.
Por eso, hoy vamos a hablar del famoso sistema de capas, también conocido como vestirse como cebolla. Sí, como cebolla. Porque en la montaña, vestirse por capas es la clave para sobrevivir sin convertirte en helado humano ni en sauna ambulante.
¿Qué diablos es eso del sistema de cebolla?
Es simple: no se trata de llevar más ropa, sino de llevar la ropa correcta, organizada en capas que puedas poner y sacar según el clima, el terreno o cómo te sientas. Así controlas la temperatura corporal, te mantienes seco y cómodo sin importar si estás subiendo a pleno sol o acampando con heladas nocturnas.
Las 3 capas del sistema cebolla (y cómo usarlas sin complicarte)
1. Capa base: la que va pegada al cuerpo
Su misión es absorber el sudor y sacarlo de tu piel. Nada de algodón, por favor. El algodón se empapa y no seca más. Literal.
Usa:
- Polera térmica de manga larga (o corta si hace calor)
- Calzoncillo largo o malla térmica (para noches frías)
- Material recomendado: poliéster, lana merino o alguna tela técnica que «respire».
Ejemplo real: una vez llevé una polera de algodón porque “era cómoda”… al segundo día parecía trapo mojado. Aprendí la lección con olor incluido.
2. Capa intermedia: la que atrapa el calor
Esta es tu abrigo regulable. Sirve para mantener el calor sin asarte. Ideal cuando paras a descansar o si baja la temperatura en altura.
Usa:
- Polar liviano o chaqueta softshell
- Chaleco de pluma sintética si hace más frío
Truco pro: un polar con cierre completo te da más control de temperatura que uno cerrado. Además, es más fácil de sacar en marcha.
3. Capa externa: la armadura contra el mundo
Tu defensa contra viento, lluvia, nieve, y cualquier otra maldad del clima. No abriga, pero protege. Fundamental que sea impermeable y cortaviento.
Usa:
- Chaqueta impermeable respirable (ojalá con gorro ajustable)
- Pantalón impermeable (si el pronóstico amenaza)
Tip extra: asegúrate de que tenga ventilación (esas cremalleras en las axilas salvan cuando hace calor pero no puedes mojarte).
4. Y no te olvides de los complementos
Sí, esos detalles que uno a veces subestima… hasta que los necesita desesperadamente.
- Gorro de polar o lana (el calor se va por la cabeza, no es mito)
- Buff o cuello tubular (versátil: bufanda, gorro, pasamontañas… ¡multiusos!)
- Guantes livianos e impermeables
- Lentes de sol, siempre (en altura, el sol pega distinto)
- Calcetines técnicos (de esos que secan rápido y no hacen pelusas asesinas)
Listado realista de ropa para un trekking de 3 días
Aquí va lo que suelo llevar yo. Ni más ni menos. No es fashion, pero te salva:
Parte superior:
- 2 poleras técnicas (una puesta, otra de repuesto)
- 1 polar o softshell
- 1 chaqueta impermeable/cortaviento
- 1 polera extra solo para dormir (sí, dormir seco y limpio es vida)
Parte inferior:
- 1 pantalón de trekking (ojalá desmontable)
- 1 calza térmica o pantalón segunda capa para la noche
- 1 pantalón impermeable (si hay lluvia en el pronóstico)
- 1 short opcional si hace calor (yo suelo ir con el pantalón desmontable y basta)
Ropa interior:
- 3 pares de calcetines técnicos
- 2-3 calzoncillos/calzones
- 1 calzoncillo térmico para dormir (en serio, cambia la noche)
Extras:
- Gorro para el sol
- Gorro de abrigo
- Buff/cuello
- Guantes livianos
Todo esto cabe bien si enrollas y organizas por bolsas. Yo uso bolsas tipo ziploc o estancas para separar ropa limpia, sucia y de dormir. Y sí, a veces también le pongo una hoja con olor adentro… porque uno se quiere un poco.
¿Y si hace calor durante el día?
Fácil. Vas sacando capas. Lo lindo del sistema cebolla es que se adapta. Si estás subiendo con sol, te quedas con la capa base. Si paras y corre viento, te pones la intermedia. Si se larga a llover… ¡chaqueta al toque!
En resumen: no se trata de llevar más, sino de llevar mejor
Con el sistema de cebolla, te mantienes seco, cómodo y listo para cualquier sorpresa del clima. No hay nada peor que estar empapado a mitad de una travesía, o temblando en la carpa porque “pensaste que no iba a hacer tanto frío”.
Créeme, con 30 años de cerros en el cuerpo, esta es una de esas cosas que marcan la diferencia entre un trekking inolvidable y una tortura voluntaria.
Y tú, ¿ya tienes tu cebolla lista?
¿Tienes alguna prenda que no puede faltar en tu mochila? ¿Un truco para mantener la ropa seca o calientita en la noche? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
Y si estás recién armando tu equipo, pásate por el chat de Telegram donde hay buenos datos, recomendaciones reales y gente que, como tú, ama perderse en el cerro (pero con abrigo, obvio).
¡Nos vemos allá arriba, cebolla andante!